El Bhagavad Gita
Evangelio de la acción desinteresada
En este capítulo, el Señor revela ante la vista de Arjuna lo que él habia escuchado con sus oídos: la forma cósmica del Señor. Este capítulo es el favorito de los Bhaktas.
Aquí no hay argumentos. Todo es poesía. Su música solemne resuena en nuestros oídos y no es posible cansarse de leerlo una y otra vez.
Dijo Arjuna:
1. Debido a Tu gracias, me has enseñado el misterio supremo que revela el conocimiento de los Supremo.
2. He oído de TI con todo detalle el origen y destrucción de los seres, como también Tu infinita majestad, ¡oh Kamala Patraksha!
3. ¡Ciertamente, TÚ eres tal como TE has descripto, Parameshwara! Ahora anhelo contemplar Tu forma como Ishwara.
(Ishwara: Nombre que se da en la India a Dios, en su aspecto de Creador del mundo, como también su Sostenedor y Destructor. Corresponde a la Trinidad de Brahma (Creador), Vishnú (Sostenedor) y Shiva (Destructor).
4. Señor, si crees que es posible para mi tener esa visión, revélame, oh Yogeshwara, Tu forma imperecedera.
(Yogeshwara: Señor o Maestro del Yoga. Parameshwara: Señor Supremo)
Dijo el Señor:
5. Contempla, oh Partha, los centenares y millares de mis formas divinas, infinitamente diversas, infinitamente variadas en color y forma.
6. Contempla los Adityas, los Vasus, los Rudras, los dos Ashwins y los Maruts (Dioses Védicos del Hinduismo); contempla, oh Bharata, numerosas maravillas nunca antes reveladas.
7. Contempla hoy, oh Gudakesha, en mi cuerpo, todo el universo móvil e inmóvil, todo en uno, y cualquier cosa que tú anheles ver.
8. Pero tú no puedes verme con esos tus propios ojos. Te doy el ojo divino; ¡contempla Mi poder soberano!
Dijo Sanjaya:
9. ¡Oh Rey! Con estas palabras el gran Señor del Yoga, Hari, reveló a Partha Su forma suprema como Ishwara.
10. Con muchas bocas y muchos ojos, muchos aspectos maravillosos, con divinos ornamentos y esgrimiendo armas divinas.
11. Llevando celestiales vestiduras, ungida con divinos perfumes, se veía por todas partes la forma del Señor, maravillosa, infinita.
12. El esplendor de mil soles brillando al mismo tiempo en el cielo podría tal vez asemejarse al esplendor de aquel Todo-poderoso.
13. Entonces el Pandava vio todo el universo con sus múltiples manifestaciones reunidas en el cuerpo de ese Dios de los Dioses.
14. Entonces Dhananjaya (Arjuna), maravillado y conmovido hasta la última fibra de su ser, inclinó la cabeza ante el Señor y juntando sus manos se dirigió a ÉL.
Dijo Arjuna:
15. Dentro de tu forma, oh Señor, veo todos los dioses y las diversas multitudes de seres, veo a Brahma en su trono de lotos y todos los sabios y las serpientes divinas.
16. Veo tu forma infinita por todas partes, con muchos brazos y troncos, bocas y ojos. No veo el fin, ni el medio ni el principio. ¡Oh Señor del Universo, de Tu forma universal!
17. Te veo con la corona, el mazo y el disco, una masa resplandeciente brillando por doquier y deslumbrando la vista con el esplendor del fuego del sol refulgente por todos lados, inconmensurable.
Mahatma Gandhi |
18. Eres lo Supremo Imperecedero, digno de ser conocido; eres el sostén y reposo final de este universo; eres el guardián inmutable del Dharma Eterno; TÚ eres el Ser Eterno.
19. No tienes principio, ni medio, ni fin; Tu poder es infinito, tus brazos innumerables; tienes por ojos el sol y la luna; Tu boca es un fuego flameante que deslumbra el universo entero con su resplandor.
20. Solamente TÚ llenas el cielo y la tierra y todos los espacios; a la vista de Tu forma maravillosa y terrible, los tres mundos están oprimidos, ¡oh Mahatma!
21. Aquí, también, se ven multitudes de dioses que entran en TI; algunos con temor reverente, juntan sus manos y te alaban; las huestes de grandes sabios y hombres perfectos, con alabanzas en sus labios, cantan himnos en Tu honor.
22. Los Rudras, Adityas, Vasus, Sadhyas, todos los dioses, los dos Ashwins, Maruts, Manes, las huestres de Gandharvas, Yakshas, Asuras y Siddhas: todos te contemplan maravillados.
(Nombres de dioses, semidioses, demonios y otros seres celestiales o espíritus que habitan la región de los cielos. Según el Hinduismo, el cielo es una región dentro del universo adonde van las almas para recibir el premio de sus acciones y volver a la tierra después de algún tiempo; no es eterno y se disuelve junto con todo el universo cuando termina el ciclo de la manifestación de BRAHMAN.)
23. A la vista de Tu forma poderosa, oh Mahabahu, con múltiples bocas, con brazos, piernas y pies innumerables; con grandes vientres y terribles mandíbulas; los mundos se sienten temerosamente oprimidos, y yo también lo estoy.
24. Mientras TE contemplo tocando el cielo, resplandeciente con diversos colores, con las bocas abiertas y grandes ojos brillantes, me siento oprimido en lo más íntimo de mi ser y no hay paz ni reposo para mí. ¡oh Vishnú!
25. Y al ver Tus bocas con temibles mandíbulas, semejantes al Fuego destructor, pierdo todo sentido de orientación y no encuentro alivio. Ten piedad, ¡oh Señor de los Devas! ¡Oh Jagannivasa!
26. Todos los hijos de Dhritarashtra y con ellos la multitud de reyes; Bhisma, Drona y también Karna y los principales guerreros.
27. Se precipitan en las temibles mandíbulas de Tus bocas terribles. Puerdo ver algunos, sujetos entre Tus dientes, con sus cabezas reducidas a átomos.
28. Igual que los ríos que se precipitan como torrentes hacia el mar, así los héroes del mundo de los hombres se lanzan hacia Tus bocas flameantes.
29. Tal como los insectos en rápido vuelo se lanzan a las llamas, derecho hacia su fin, así estos héroes se precipitan de cabeza en Tus bocas para ser destruidos.
30. Devorándolos a todos, los lames con Tus lenguas llameantes; Tus rayos de fuego deslumbran, llenando todo el universo con su brillo.
31. Dime, Señor, quién eres TÚ en esta forma terrible. ¡Te saludo, oh Devavara! ¡Sé misericordioso! Deseo conocerte, oh Ser Primordial, porque no comprendo lo que eres.
Dijo el Señor:
32. YO soy el fin del Tiempo, que trae la muerte a los mundos, ocupado en devorar la humanidad. Aun sin que tú los destruyas, no sobrevivirá ninguno de estos guerreros dispuestos a combatir contra ti.
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33. Por lo tanto, ¡levántate y adquiere fama! Vence a tus enemigos y conquista un próspero reino. Estos ya han sido destruidos por MÍ; TÚ no eres más que un instrumento, ¡oh Savyasachin!
34. Drona, Bhisma, Jayadratha y Karna, como también los demás guerreros jefes ya han sido muertos por MÍ. ¡Destrúyelos sin temor! ¡Combate! ¡No desmayes! Tuya es la victoria sobre los enemigos en el campo de batalla.
Dijo Sanjaya:
35. Oyendo estas palabras de Keshava, Arjuna juntó sus manos e hizo una reverencia, temblando. Inclinado y vacilante, se dirigió a Krishna una vez mas.
Dijo Arjuna:
36. Es muy justo, oh Hrishikesha, que el mundo deba llenarse de regocijo y emoción al alabarte; que los Rakshasas huyan atemorizados, y que todas las huestes de los Perfectos te rindan homenaje.
37. ¿Cómo no habrían de inclinarse ante TI, oh Mahatma? TÚ eres el Primer Creador, superior aun a Brahma. ¡Oh Ananta! ¡Oh Devesha! ¡Oh Jagannivasa! TÚ eres lo Imperecedero, el Ser, el no Ser, y lo que trasciende estos.
38. Eres el Dios Primordial, el Ser Primario, eres el Reposo final de este Universo; TÚ eres el Conocedor y lo conocido, la Suprema Morada; todo el universo está compenetrado por Tus innumerables formas.
39. TÚ eres Vaya, Yama, Agni, Varuna, Shashanka, Prajapati y Prapitamaha. ¡Te saludo, mil veces te saludo! ¡Salutaciones para TI, una y otra vez!
40. ¡Todos Te saludan, desde todos lados Te saludan! ¡Tus proezas son infinitas, Tu poder es inmensurable! TÚ sostienes todo, por lo tanto TÚ eres todo.
41. Si alguna vez, pensando que eras un compañero, me dirigí hacia TI diciendo "Oh Krishna, oh Yadava", sin conocer Tu grandeza, ya sea por descuido o por afecto;
42. Si alguna vez fui irrespetuoso contigo en las bromas, mientras jugábamos o descansábamos, solos o en compañía, ¡Oh Achyuta!, perdona mis faltas, TE lo suplico, ¡Oh Inconmensurable!.
43. TÚ eres el Padre de este mundo, de lo que se mueve y de lo inmóvil; TÚ eres el Maestro más querido y más reverenciado; no hay ninguno igual a TI; nadie puede superarte. Tu poder es sin igual en los tres mundos.
44. Por eso, prosternándome ante TI, imploro Tu gracia, ¡oh Señor Adorable! Como el padre con el hijo, el camarada con el camarada, así debes ser TÚ para mí, amado Señor.
45. Estoy lleno de felicidad al ver lo que nunca antes fue visto, y sin embargo mi corazón está oprimido por el temor. Muéstrame Tu forma de antes, ¡oh Señor! Ten compasión, ¡oh Devesha, oh Jagannivasa!
46. Anhelo verte como eras con la diadema, el mazo y el disco; toma de nuevo Tu otra forma, ¡oh Vishwamurti el de los mil brazos!
Dijo el Señor:
47. Fue para favorecerte, oh Arjuna, que te he revelado por medio de Mi poder único esta Mi forma Suprema, Resplandeciente, Universal, Infinita, Primordial que nadie más que tú ha visto jamás.
48. No por el estudio de los Vedas, ni por los sacrificios, ni por el estudio de otras Escrituras; no por ofrendas, ni aun por medio de ritos o severas austeridades, puedo YO ser visto en esta forma que sólo tú has contemplado en el mundo de los hombres, ¡oh Kurupravira!
49. No tengas temor ni estés perplejo al contemplar esta terrible forma Mía. Desecha el miedo, tranquiliza tu mente y vuelve a contemplarme en mi forma de antes.
Sanjaya dijo:
50. Así habló Vasudeva a Arjuna, y le reveló de nuevo su forma conocida. Usando otra vez su forma benigna, dio consuelo al aterrorizado.
Dijo Arjuna:
51. Contemplando de nuevo Tu benévola forma humana, vuelvo en mí y estoy otra vez en mi estado normal.
Dijo el Señor:
52. Es muy difícil contemplar esa forma Mía que tú has visto; aun los dioses anhelan verla siempre.
53. Ni por los Vedas, ni por austeridades, ni por ofrendas, ni aun por medio de sacrificios, nadie puede contemplarme en la Forma que tú has visto.
54. Pero por medio de una devoción total, ¡oh Arjuna!, YO puedo ser conocido en esta Forma y ser compenetrado en ella, ¡oh Parantapa!
55. Solamente viene hacia MÍ, oh Pandava, el que realiza Mis obras, el que ha hecho de MÍ su meta, el que es MÍ devoto, el que ha renunciado al apego, el que no tiene malos deseos para nadie.
Así termina el décimo primero capítulo, titulado "El Yoga de la Visión Cósmica", en el diálogo entre Sri Krishna y Arjuna sobre la ciencia del yoga como parte del conocimiento de Brahman, el el Upanishad llamado el Bhagavad-Guita.
Mahatma Gandhi |
Fuente texto: Bhagavad Gita de acuerdo a Gandhi