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Les enseñaré una manera muy fácil: hagan su trabajo pensando que el trabajo también pertenece a Dios. No fijen su mente en la tarea, pensando "es mi trabajo". Piensen que todas las acciones que hacen, las hacen para Dios. Ofrézcanlo todo a Sus Pies. Crean, y díganselo a ustedes mismos, "todo lo que hago lo hago por amor a Dios".

Karma Yoga Prefacio por Swami Vijoyananda - Swami Vivekananda

Ramakrishna maestro de Swami Vivekananda

Prefacio por Swami Vijoyananda



 Nos sentimos felices al presentar la primera edición de una traducción auténtica y correcta de “Karma-Yoga", de Swami Vivekananda. Las obras del gran Swami Vivekananda son expresiones de la Suprema Verdad. Swami Vivekananda, discípulo predilecto de Sri Ramakrishna (la Encarnación Divina) era un ser muy elevado. Estaba establecido en Dios. No sé cuántos de mis queridos lectores comprenderán el significado de este concepto. 

Les daré una idea aproximada de este estado de bienaventuranza que, para el caso, podríamos definirlo así: Swami Vivekananda vivía casi todo el tiempo en constante comunión con Dios. De manera que sus dichos y escritos son expresiones misericordiosas que ayudan a aquellos seres que sinceramente están buscando (según su propio temperamento) un sendero, un entendimiento, para lograr la Suprema Meta de la vida humana: Liberación Absoluta.

Si el lector tiene un temperamento activo y, al mismo tiempo, por su propia experiencia nota que su naturaleza ya no acepta la norma de la mayoría de la gente de una satisfacción momentánea en el plano sensorio y quiere disfrutar aquella plenitud de dicha donde nadie queda excluido, este lector encontrará la lectura del “Karma-Yoga” útil y de gran beneficio. Algunos creen que sólo por la lectura de buenos libros uno puede ser espiritual. 


Swami Vivekananda
Swami Vivekananda

La mera lectura, si no va acompañada de la práctica recomendada, puede hacer del lector con buena memoria un polemista de “Peñas”o “Club de Debates” donde se discute toda clase de ideas, hasta las ideas filosóficas y religiosas. Lo cierto es que la lectura de los libros escritos por verdaderos maestros, que son figuras condensadas de la Suprema Verdad, ayudan sólo a aquellos que sufren constantemente inquietud espiritual, en medio de la activa vida del progreso material, quienes llevan una vida moral y ética, que son naturalmente veraces y amantes de la humanidad, saben aprovechar los textos espirituales; para los otros (si los llegan a leer) no tienen más sentido que el de “una lectura más”, que, muchas veces, si algo les deja es una profunda confusión.

Por ejemplo, ¿cuántos de nosotros podemos comprender el significado real del dicho de la Encarnación Divina Sri Krishna cuando nos dice: Tenemos derecho a trabajar pero no a sus frutos? Muchos dicen que es imposible actuar sin pensar o sin anhelar el fruto, el resultado de la acción. Sin embargo, ese pensamiento, ese deseo que es acompañado por la febril esperanza en el fruto, les hace cada vez mas débiles, más limitados; se alejan cada vez más del verdadero progreso, que los convertiría al estado de Ser puro, esto es, en la Plenitud misma. 

Hay personas, que dicen ser muy instruidas, cuya opinión está formada por la lectura de los diarios y revistas - generalmente llenos de partidismos y de un pernicioso nacionalismo-, que creen que en el Occidente todos los seres humanos son muy activos y muy prácticos, y que piensan que los hindúes son poco activos, casi holgazanes y muy soñadores. Tales opiniones positivamente equivocadas y muy dañinas. La verdad es que, en todas partes del mundo, hay gente de la más variada mentalidad. Así como en la India se encuentra gente que vive para comer,también se encuentra en el Occidente gente contemplativa y dedicada a la vida espiritual, cuya realización se logra, por la activa práctica del inegoísmo.

Las diferencias que separan a los orientales de los occidentales son meramente superficiales; son un puñado de ideas locales, regionales, de supersticiones y tradiciones, de nombres y formas, de modos de comer, de vestir y de divertirse. Debajo de esa superficialidad, los problemas y sus soluciones son puramente humanos, no son orientales ni occidentales. Sin embargo, por esa influencia ajena, nos equivocamos y, a veces, nos equivocamos enormemente, sembrando y cosechando desprecio, odio y rencor.

Sólo será de provecho la lectura de “Karma-Yoga” para aquellos que han desarraigado de su mente esas limitantes ideas de “superioridad” e “inferioridad”, de crudo egoísmo, que mantienen al hombre en el nivel animal a pesar de su cuerpo humano. Filosóficamente, Swami Vivekananda es un Vedantista. Por su propia realización sabia que Dios trascendental es, a la vez, Dios universal y, también, que todo lo que existe es Dios manifestado. Eso de pensar que en algún momento estamos separados de Dios es la mayor ignorancia del ser humano y todo el progreso espiritual no es nada más que el esfuerzo, cualquiera sea el sendero que se siga, para destruir esa tan dañosa insensatez.


Los Vedantistas declaran que hay tres clases de seres humanos:

1) Los baddhas, aquellos que están profunda e inconscientemente ligados a las ideas y objetos transitorios. Ellos aceptan como única realidad la vida objetiva; creen que son criaturas de la naturaleza, aunque a veces, sin sentirlo, dicen que Dios es el creador. Su vida se manifiesta a través de los siguientes actos: respirar, moverse, comer, descansar o dormir, divertirse, hacer el acto sexual, temer o, atemorizar. Todos esos actos los llevan acabo con o sin la ayuda de la máquina. La inmensa mayoría de los seres humanos pertenece a esta categoría. Ellos no comprenderán el “Karma-Yoga”.

2) Mamukshu, o activos aspirantes a la liberación. Las personas de este tipo han visto que el logro fácil o difícil de los objetos o ideas que buscan para satisfacer sus deseos corpóreos o mentales, no los libera de esa ligadura que sienten, de ese encadenamiento que nos impone la dependencia, que les resulta no sólo molesto sino que, a veces, llega a ser penoso y hasta doloroso. Son ellos quienes buscan, se esfuerzan y experimentan diversos métodos, opiniones y consejos, para ser libres. Pero, una cosa esencial les falta, y ésta es, que no se examinan a sí mismo, no buscan su propia, intima naturaleza. 

No saben si esa intima naturaleza es activa, emocional, filosófica o mística. Siguen leyendo muchos libros, oyendo opiniones ajenas y, a veces, tratan de encaminar su vida durante cierto tiempo influido por la atracción de alguna lectura o conferencia de algún escritor o conferencista. Aún más. Como al principio sus sufrimientos y problemas surgen en el plano físico-mental, buscan soluciones de alivio inmediato, ya sea para ellos, o para sus familiares, o para su patria o para la humanidad toda, pero siempre sin llegar a la raíz del mal. Si no son religiosos ocasionales, practicantes de algún culto devocional, siguen haciendo obras altruistas. Sin duda alguna, no llevan la vida de los baddhas, o sumergidos en conceptos puramente materiales; pero, debo aclarar que su progreso hacia la vida espiritual es muy limitado. 

Hay gente instruida, por lo menos de habla española, que considera a sus actos altruistas como práctica de inegoísmo. El hombre del mundo, aunque sea muy instruido, difícilmente comprende que uno puede vivir, actuar y sentir felicidad, pensando y actuando continuamente para los demás. Porque la clave del "Karma-Yoga" consiste en la práctica del inegoísmo, esto es, el continuo “no yo, sino tú". Este "tú" puede ser la Divinidad, o cualquier ser. Todos piensan y actúan, todos producen “karma", pero sólo los bien despiertos, amantes de lo permanente, del estado de liberación, pueden y practican, el "Karma.Yoga". Los devotos pueden y deben practicar el karma-yoga, ofrendando a Dios todos sus actos y pensamientos, y los resultados de ambos.

3) La tercera clase de gente es conocida como mukta, o liberado. Son muy pocos los que en una vida llegan a un estado tan elevado. La mayoría de ellos se despojan hasta de la noción de su personalidad, y después de haber logrado ese estado de bienaventuranza viven muy poco tiempo más, pero la bondad fluye de ellos naturalmente y ayudan a muchos aspirantes espirituales. Entre los seres de esta categoría muy de vez en vez viene uno que, por la especial e inexcrutable voluntad Divina, viven para esparcir el divino mensaje de la Liberación.

Históricamente, el origen de este mensaje sobre Karma-Yoga, para nuestra época, quedó sellado en un día del año 1884. Sri Ramakrishna, la Encarnación Divina, estaba bajando del estado supraconsciente del samadhi, donde se unía con la Purísima Conciencia Divina. Repitió varias veces una expresión religiosa de los vaisnavas, adoradores de Vishnú, que dice: "Caridad a los seres, afecto al Santo Nombre y adoración a los devotos". 

Después de repetirla dos o tres veces, la corrigió, diciendo: "¡Qué insensatez! ¿Quién eres tú para hacer caridad a los seres? ¡El ser es Shiva (Dios Mismo)! Se lo debe servir." La habitación donde ocurriera ese hecho maravilloso estaba llena de devotos de Sri Ramakrishna. Todos le habían oído. Un momento después algunos jóvenes salieron y se reunieron afuera: entre ellos estaba Vivekananda. Muy emocionado, dijo a los otros: "¡Qué maravilla! ¡Qué cosa sorprendente y completamente nueva hemos oído hoy! Si Dios quiere, algún día esparciré al mundo entero ese divino mensaje." Y ese mensaje lo dio al mundo, en forma sistematizada, Swami Vivekananda en "KARMA-YOGA". 

Aun la gente buena, de cualquier parte del mundo, que constantemente hace obras altruistas, muy rara vez concibe la idea de liberación o salvación por la misericordia Divina. Ellos sienten el dolor humano, ven que sus semejantes sin instrucción llevan una vida embrutecida y considerándolos necesitados y dolientes los ayudan. Pero, en la ayuda que presta una persona u otra sigue existiendo el concepto de diferencia.

Estos conceptos de alto y bajo, rico y pobre, sano y enfermo es la sementera de todo mal. Ese mal sólo puede ser sacado de la mente por la práctica de karma yoga, sirviendo a todos los seres humanos, considerándolos como vivientes manifestaciones del Único, indivisible Dios. Con esta nueva modalidad del "servicio", el servidor y aquel a quien se sirve, ambos quedan beneficiados; quien así sirve deshace su egoísmo y progresa hacia lo universal, alcanzando lo cual uno se vuelve inmortal y goza de la bienaventurada Liberación.


Swami Vijoyananda
Swami Vijoyananda


El Karma- Yoga nos enseña y nos ayuda positivamente, pues aprendemos que por cualquier acción inegoísta podemos sentir la presencia de Dios. Es un hecho muy triste y lamentable el ver que, en todas partes del mundo, la inmensa mayoría lleva una vida sumida en la ignorancia, falta de instrucción, hasta de una alimentación básica nutritiva, y esta clase de gente, de mentalidad reducida, sólo puede levantarse por la cariñosa manifestación de la vida inegoísta.

Desde la guerra ruso-japonesa el mundo, en una o en otra parte, está en guerra, en pequeña o en gran escala. La paz es hoy un concepto utópico. Hay muchas clases de progresos, de los cuales se habla y se oye hablar, pero todos ellos mantienen y robustecen, casi en todos los casos, uno de los peores y más dañino de los vicios del ser humano: el egoísmo. Que los instruidos se den cuenta de esto y piensen seriamente para no convertirse en participe activos o inconscientes de la propagación de este cáncer mental que está diezmando la sociedad humana.

El mensaje del KARMA-YOGA llega a todos nosotros, para que seamos bien activos, purifiquemos nuestro corazón de toda mezquinad y hagamos de la vida toda un ininterrumpido servicio a la humanidad, humanidad que es la más evidente y mejor manifestación de la Divinidad. He oído muy a menudo una queja: "¿Por qué debemos luchar tanto?''. Aquel que no lucha es un perezoso, una cosa inerte. ¡Luchemos para conquistar el bienaventurado estado de la Liberación! Entonces, sólo entonces, en la plenitud sentiremos la Paz. Sirviendo a todos los seres necesitados como siendo manifestaciones Divina, ofrendando el fruto de toda accióna Dios, seremos bienaventurados. Ésa es la gran lección del “Karma-Yoga". 


Fuente: Texto: Prefacio por Swami Vijoyananda
Fuente:  Swami Vivekananda/ es.wikipedia.org

Técnicas de Meditación del sendero del Kriya Yoga - Yogananda

El sendero de meditación del Kriya Yoga



Mediante el uso de la precisa ciencia de la meditación conocida durante milenios por los sabios y yoguis de la India y, también, por Jesús, todo buscador de Dios puede expandir la capacidad de su conciencia hasta hacerla omnisciente y recibir dentro de sí la Inteligencia Universal de Dios.

Sabiduría, creatividad, seguridad, felicidad, amor incondicional… ¿es posible realmente encontrar eso que nos aportará un gozo auténtico y perdurable?

Experimentar la divinidad en el interior del alma, reivindicar el gozo divino como nuestro propio gozo…, eso es lo que nos brindan las enseñanzas de Paramahansa Yogananda sobre Kriya Yoga a cada uno de nosotros.

La sagrada ciencia del Kriya Yoga consiste en unas técnicas avanzadas de meditación cuya práctica fiel conduce a la unión con Dios y a la liberación del alma de todo tipo de esclavitud. Es la técnica regia o suprema de yoga, la unión divina.


Paramahansa Yogananda
Paramahansa Yogananda

Técnicas de meditación 

Paramahansa Yogananda proporciona una descripción del Kriya Yoga en  Autobiografía de un yogui. La técnica exacta se da a los estudiantes de las Lecciones de Self-Realization Fellowship tras un período preliminar de estudio y práctica de las tres técnicas preparatorias que enseñó Paramahansa Yogananda.

Tomadas en conjunto como un sistema completo, dichas técnicas brindan al practicante la posibilidad de obtener los beneficios más elevados y alcanzar el objetivo divino de la antigua ciencia del yoga.


1. Ejercicios Energéticos: 

una serie de ejercicios psicofísicos desarrollados por Paramahansa Yogananda en 1916 preparan el cuerpo para la meditación. Al practicarlos con regularidad, proporcionan relajación física y mental, y desarrollan una dinámica fuerza de voluntad. Haciendo uso de la respiración, la fuerza vital y la atención concentrada, esta técnica permite atraer hacia el cuerpo abundante energía de modo consciente, purificando y fortaleciendo en él sistemáticamente, una tras otra, todas sus partes. Los Ejercicios Energéticos, que se realizan en unos quince minutos, constituyen uno de los medios más efectivos para eliminar el estrés y la tensión nerviosa. Si se practican antes de la meditación, son de gran ayuda para entrar en la quietud, el interiorizado estado de conciencia.


Paramahansa Yogananda
Paramahansa Yogananda


2. Técnica de Concentración de Hong-So: 

Nos ayuda a desarrollar nuestros poderes latentes de concentración. Mediante la práctica de esta técnica se aprende a retirar el pensamiento y la energía de las distracciones exteriores, para concentrarlos en cualquier objetivo o problema que precise solución. Asimismo, podemos emplear esa atención concentrada para percibir la Conciencia Divina dentro de nosotros.


3. Técnica de Meditación de Om: 

Nos enseña cómo utilizar el poder de concentración en la forma más elevada, es decir, cómo emplearlo para descubrir y perfeccionar las cualidades divinas de nuestro verdadero Ser. Es un antiguo método mediante el cual se aprende a experimentar la omnipresente Presencia Divina como Om, la Palabra o Espíritu Santo que subyace en toda la creación y la sustenta. Esta técnica expande la conciencia más allá de las limitaciones del cuerpo y de la mente, permitiéndonos alcanzar la gozosa realización de nuestro potencial infinito.


4. Técnica de Kriya Yoga: 

El Kriya es una avanzada técnica Raja Yoga de pranayama (control de la energía vital) que refuerza y revitaliza las corrientes sutiles de energía vital (prana) en la espina dorsal y en el cerebro. Los antiguos videntes de la India (rishis) se dieron cuenta de que el cerebro y la espina dorsal constituyen el árbol de la vida. 

Por los sutiles centros cerebroespinales de vida y conciencia (chakras) fluye la energía que da vida a todos los nervios, órganos y tejidos del cuerpo. Los yoguis descubrieron que moviendo continuamente la corriente de vida a lo largo de la espina dorsal, hacia arriba y hacia abajo, mediante la técnica especial de Kriya Yoga, es posible acelerar enormemente la propia evolución espiritual.

La práctica correcta del Kriya Yoga conduce naturalmente a que la actividad normal del corazón, de los pulmones y del sistema nervioso sea realizada con mayor lentitud, lo que da origen a una profunda calma interior del cuerpo y de la mente, y libera la atención de la turbulencia habitual de los pensamientos, emociones y percepciones sensoriales. En la claridad de esa serenidad interior, se experimenta una paz cada vez más profunda y se va uno armonizando con la propia alma y con Dios.


Paramahansa Yogananda
Paramahansa Yogananda


Fuente: Texto: www.yogananda-srf.org
Fuente:  Yogananda/ es.wikipedia.org

Aforismos del Yoga de Patanjali Independencia - Swami Vivekananda

 INDEPENDENCIA.


Es el Swami Vivekananda quien comenta y aclara los "Aforismos sobre Yoga" de Patanjali, pero no lo hace de una manera meramente intelectual sino con la autoridad propia de quien, como él, era un ser extraordinario y, además, había realizado el Raja Yoga. 

No sólo los aspirantes espirituales sino también aquellos que andan ansiosamente tras el verdadero conocimiento, sabrán valorar el aporte que significa una obra de esta magnitud.

La versión directa del inglés de los aforismos, fue igualmente hecha por el Swami Vivekananda, venciendo la dificultad que ofreciera siempre a los orientalistas este tipo de expresión en sánscrito, tan precisa y concisa, que su interpretación correcta llegó a ser casi imposible incluso para muchos eruditos en esa antigua lengua.


CAPÍTULO 4:


1. Los poderes psíquicos ("siddhis") se obtienen por nacimiento, por medios
químicos, por virtud de las palabras, por mortificación o por concentración.

A veces nace el hombre con poderes psíquicos, con los que ganó en anteriores encarnaciones. Entonces nace para disfrutar de los poderes adquiridos. Dícese que Kapila, el fundador de la filosofía sankya, nació siddha, lo que literalmente significa el hombre que logró éxito.

Afirman los yoguis que los poderes psíquicos pueden obtenerse por procedimientos químicos. Todos sabemos que la química tuvo origen en la alquimia, cuando los alquimistas buscaban la piedra filosofal y el elixir de vida. En la India hubo una secta llamada de los rasayanas cuya idea era que la idealidad, el conocimiento, la espiritualidad y la religión eran todas cosas muy buenas, pero que sólo se podían obtener por medio del cuerpo, de modo que si el cuerpo muere, se necesita mucho más tiempo en el nuevo cuerpo para lograr el anhelado fin. 

Por ejemplo, si un hombre desea practicar el yoga o espiritualizarse, y antes de adelantar gran cosa en su propósito muere el cuerpo, necesita comenzar otra vez en el nuevo cuerpo y así sucesivamente nuevo comienzo en cada nuevo cuerpo. Por lo tanto, si el cuerpo pudiera hacerse vigoroso y perfecto, de modo que se librara de nacimientos y muertes, no necesitaría el hombre tanto tiempo para llegar a ser espiritual.

Así es que los rasayanas cuidan primeramente de fortalecer el cuerpo y afirman que es posible conferirle inmortalidad, pues si la mente construye el cuerpo, y si es verdad que la mente es una proyección de la infinita energía, no puede tener límite su capacidad de extraer cuanta energía necesite. 

¿Por qué ha de ser imposible conservar perpetuamente nuestro cuerpo? Hemos de construir cuantos cuerpos hayamos de tener, pues cuando el que ahora tenemos muera, habremos de construir otro; y si podemos hacer esto, ¿por qué no hacerlo desde luego sin necesidad de desprendernos del cuerpo que ahora tenemos?

Esta teoría do los rasayanas es perfectamente exacta. Si es posible que vivamos después de la muerte y tengamos que construirnos otro cuerpo, ¿por qué ha de ser imposible la continua renovación del cuerpo que ahora tenemos, sin necesidad de desintegrarlo? También opinan los rasayanas que el mercurio y el azufre entrañan maravillosa virtud, y por medio de ciertas preparaciones de estas substancias puede el hombre conservar su cuerpo tanto tiempo como quiera. Otros creen que mediante ciertas drogas podrían adquirir poderes psíquicos tales como volar por los aires.

A los rasayanas debemos muchas de las más eficaces medicinas del presente día, especialmente el empleo de los metales en terapéutica. Algunas escuelas yoguistas afirman que algunos de sus principales instructores viven todavía en sus viejos cuerpos. Patanjali, la prestigiosa autoridad de la filosofía yoguista, no niega esta posibilidad.

El poder de las palabras. - Hay ciertas sagradas palabras, llamadas mantras, que si se repiten en las apropiadas condiciones confieren extraordinarios poderes psíquicos. Día y noche estamos viviendo en medio de un cúmulo de prodigios sin que nos demos cuenta de ellos. No hay límite para el hombre en el poder de las palabras ni el de la mente ni en el del pensamiento que brota de la mente.

Mortificación. - Sabemos que en todas las religiones se han practicado la mortificación y el ascetismo. En estos dos conceptos religiosos los hinduistas han llegado siempre a los extremos. Hay quienes permanecen constantemente con las manos en alto hasta que se anquilosan. Otros se mantienen erguidos día y noche hasta que se les hinchan los pies y se les envaran las piernas de modo que ya no pueden doblarlas y han de estar de pie toda su vida. 

Una vez vi a un hombre que mantenía sin cesar las manos en alto, y al preguntarle qué sintió en los primeros días de aquella mortificación, me dijo que era un tormento horrible, hasta el punto de verse obligado a bañarse en el río para experimentar algún alivio. Al cabo de un mes ya no sufría mucho. Por medio de estas prácticas es posible adquirir poderes psíquicos.

Concentración - Es el yoga propiamente dicha, el estado de samadhi, el principal tema y el supremo medio de la ciencia de la Yoga.

Los medios precedentes son secundarios y por ellos no puede llegarse al superior estado. Samadhi es el medio de alcanzarlo todo en el orden mental, moral o espiritual.

2. La transmutación del cuerpo se opera eliminando los obstáculos que se oponen a su naturaleza.

Nos ha dicho Patanjali que los poderes psíquicos pueden ser congénitos o adquirirse por medios químicos o por mortificación. También admite que puede conservarse el cuerpo indefinidamente. Ahora nos dice cuál es la causa de la transmutación del cuerpo, y afirma que por la eliminación de los obstáculos que se oponen a su naturaleza o sea por el cumplimiento de las leyes de su naturaleza según explica en el siguiente aforismo.

3. Las buenas y malas acciones no son las causas directas de las transformaciones de la naturaleza sino que actúan como quebrantadores de obstáculos en la evolución de la naturaleza, así como el agricultor quebranta los obstáculos que se oponen a la corriente del agua, para que fluya por su propia naturaleza.

El agua para el riego de los campos está ya en el canal, pero las compuertas la detienen. El agricultor abre las compuertas y el agua fluye naturalmente por ley de gravitación. De la propia suerte, todo poder y todo progreso está ya en los hombres, pues la naturaleza humana es de por sí perfecta; pero los obstáculos le impiden seguir su propio curso. 

Si alguien elimina los obstáculos, se desembarazará su naturaleza y se actualizarán sus latentes poderes. Los que llamamos malvados se transmutan en santos tan pronto como, eliminados los obstáculos, se libera la naturaleza. La naturaleza nos impele a la perfección, y a la perfección conducirá a todos con el tiempo. Las prácticas y esfuerzos de las religiones exotéricas son obra negativa e ineficaz para quitar los barrotes y abrir las puertas de la perfección que es nuestro derecho de nacimiento, nuestra naturaleza.

Aforismos del Yoga de Patanjali Independencia - Swami Vivekananda
Aforismos del Yoga de Patanjali Independencia - Swami Vivekananda 

Hoy día se comprende mejor a la luz de las modernas investigaciones la teoría de la evolución de los antiguos yoguis, aunque la teoría de los yoguis da más satisfactoria explicación. Son inadecuadas las dos causas que los modernos pensadores atribuyen a la evolución: la selección sexual y la supervivencia del más apto. Supongamos que el humano conocimiento adelante hasta el punto de eliminar toda competencia, tanto en lo relativo al sustento físico como en lo referente a la selección sexual. 

En este caso, según los modernos pensadores, se detendría el progreso humano y desaparecería la humanidad. El resultado de esta teoría es proporcionar a todo opresor un argumento para acallar los escrúpulos de su conciencia. ¡No faltan quienes echándoselas de filósofos quisieran suprimir a los malvados y a los inútiles (siendo ellos, por supuesto, los únicos jueces de la inutilidad) para así resguardar a la raza humana!

Pero el insigne antiguo evolucionista Patanjali declara que el verdadero secreto de la evolución consiste en manifestar la perfección ya latente en todo ser, pero obstruida de modo que el infinito flujo lucha por manifestarse. Las luchas y competencias son resultado de nuestra ignorancia porque desconocemos la manera eficaz de abrir la compuerta para que fluyan las aguas. El infinito flujo debe manifestarse y es la causa de toda manifestación. 

Las competencias y luchas por la vida y por la satisfacción sexual son momentáneas, innecesarias, de extraños efectos y ocasionadas por la ignorancia. Aun cuando toda competencia haya cesado, la latente perfección de la naturaleza nos impelerá hacia adelante hasta que por completo se actualice. Por lo tanto, no hay razón para creer que la competencia sea necesaria para el progreso. 

En el animal estaba latente y reprimido el hombre, pero tan pronto como se abrió la puerta surgió el hombre. De la propia suerte, en el hombre está potencialmente el dios reprimido y encerrado por los cerrojos y barras de la ignorancia. Cuando el conocimiento quebranta los cerrojos y barrotes, se manifiesta el dios.

4. De la egoidad proceden las mentes creadas.

Según la teoría del karma recibimos el resultado de nuestras buenas o malas acciones, y toda la finalidad de la filosofía consiste en alcanzar la gloria del hombre. Todas las Escrituras cantan la gloria del hombre, del alma y con el mismo acento predican la doctrina del karma. Una buena acción produce tal o cual resultado y una mala acción produce talo cual otro; pero si el alma pudiera quedar influida por una buena o una mala acción dejaría de ser alma. 

Las malas acciones entorpecen la manifestación de la naturaleza de Purusha. Las buenas acciones eliminan los obstáculos y se manifiesta la gloria de Purusha. Nunca se altera ni se muda ni cambia la esencia de Purusha. Haga lo que haga el individuo, jamás anulará su propia gloria, su propia naturaleza, porque el alma no puede quedar afectada por cosa alguna; tan sólo la envuelve un velo que encubre su perfección.

A fin de agotar prontamente su karma los yoguis crean kayavyuha o grupos de cuerpos en que agotarlo, y para estos cuerpos crean mentes en virtud de su egoidad. Las llaman "mentes creadas" para distinguirlas de su mente original.

5. Aunque son diversas las actividades de las diferentes mentes creadas, la mente original las gobierna a todas.

Estas diversas mentes que actúan en dichos diferentes cuerpos son mentes artificiales, y también son artificiales los cuerpos, es decir, mentes y cuerpos elaborados. La materia y la mente son como dos inagotables almacenes, y el yogui sabe cómo gobernarlas.

Este secreto es propiedad de todo hombre, pero se les ha olvidado, y cuando lleguen a yoguis lo recordarán. Entonces será posible modelar la materia y la mente en cualquier forma que convenga. El material de que se elabora una mente .artificial es el mismo que se emplea en la construcción del macrocosmos. No se ha de entender que la mente sea una cosa y la materia otra sino que son distintos aspectos de la misma cosa. 

Asmita, la egoidad, es el material, el sutil estado de existencia del que elaboran los yoguis sus mentes y cuerpos artificiales. Por lo tanto, cuando el yogui descubre el secreto de las energías de la naturaleza, puede elaborar cuantos cuerpos y mentes quiera, de la substancia llamada egoidad.

6. Entre las diversas chittas, únicamente está libre de deseos la que alcanzó el samadhi.

Entre las diversas mentes que vemos en los hombres, sobresalen las que alcanzaron el estado de samadhi o de perfecta concentración. El que obtiene algunos poderes psíquicos por medio de medicinas, de palabras o de mortificaciones todavía tiene deseos; pero libre de deseos está quien por concentración alcanzó el estado de samadhi.

7. Las obras no son blancas ni negras para los yoguis. Para otros son negras,
blancas y grises.

Cuando el yogui alcanza la perfección, sus acciones y el karma de ellas resultante no le ligan, porque no le movió el deseo. Mas para el hombre ordinario, que todavía no llegó a la perfección, las obras son de tres clases: negras las malas, blancas las buenas; y grises las entreveradas de bien y mal.

8. De estas tres clases de obras sólo se manifiestan en cada estado aquellas cuyos deseos convienen al respectivo estado. Las demás quedan interinamente en suspenso.

Supongamos que yo he contraído las tres clases de karma bueno, malo y entreverado. Supongamos que muero y llego a ser un dios en el cielo. Los deseos en un cuerpo de dios no son los mismos que los deseos en un cuerpo humano. El cuerpo de un dios no come ni bebe. 

¿Qué es de mis pasados karmas resultantes del deseo de comer y beber? ¿Qué se hace de estos karmas cuando yo llegue a ser un dios? La respuesta es que los deseos sólo pueden manifestarse en su propio ambiente. Sólo se manifestarán los deseos apropiados al ambiente y los demás quedarán en reserva.

Durante la vida terrena tenemos deseos divinos, deseos humanos y deseos animales. Si me revisto de un cuerpo divino, sólo se manifestarán los buenos deseos, porque les conviene el ambiente que me rodea. Si me revisto de un cuerpo animal, sólo se manifestarán los deseos animales, y los buenos deseos permanecerán en espera. ¿Qué demuestra esto? Que por medio del ambiente podemos contrarrestar los deseos. Solamente se manifestará el karma adecuado al ambiente. Esto demuestra que el poder del ambiente es capaz de regir el karma.

9. Los deseos son consecutivos aunque estén separados por clases, por espacio y tiempo, pues hay identificación de memoria e impresiones.

Las experiencias se transmutan en impresiones, y la s reavivadas impresiones se transmutan en memoria. Se entiende aquí por memoria la inconsciente coordinación de pasadas experiencias reducidas a experiencias con la presente acción consciente. En cada cuerpo sólo son causa de acción el grupo de impresiones adquiridas en un cuerpo análogo, pues las experiencias adquiridas en un cuerpo distinto, quedan en suspenso.

Cada cuerpo actúa como si fuera el descendiente de una serie de cuerpos de su propia especie. Así no se interrumpe la consecutividad o encadenamiento de los deseos.

Aforismos del Yoga de Patanjali Independencia - Swami Vivekananda
Aforismos del Yoga de Patanjali Independencia - Swami Vivekananda 

10. Como quiera que el deseo de felicidad es eterno, el deseo no tiene principio.

Toda experiencia está precedida por el deseo de felicidad; y por tanto, si cada nueva experiencia se basa en la tendencia engendrada por una experiencia anterior, el deseo de felicidad no tuvo principio.

11. Como el deseo está mantenido por la causa, el efecto, el soporte y los objetos de sensación, si éstos no existen, tampoco existirá el deseo.

Los deseos están mantenidos por la causa y el efecto. Suscitado un deseo no se desvanecerá sin producir su efecto. Además, la materia de la mente es el vasto almacén, el soporte de todos los pasados deseos en forma de samskaras, y hasta que por sí mismos se consuman no se desvanecerán. Por otra parte, mientras los sentidos perciban objetos exteriores se suscitarán deseos. Si fuera posible eliminar la causa, el efecto, el soporte y los objetos de sensación se desvanecerían por completo el deseo.

12. El pasado y el futuro existen de por sí. Las cualidades tienen diferentes modos.

Significa este aforismo que la existencia nunca procede de la inexistencia. Aunque el pasado y el futuro no existan en forma manifestada, existen en forma sutil.

13. El pasado y el futuro están o manifestados o en forma sutil y son de la
naturaleza de las gunas.

Las gunas son las tres cualidades: sattva, rajas y tamas cuya grosera manifestación es el universo sensible. El pasado y el futuro provienen de los diferentes modos de manifestación de estas gunas.

 14. La unidad de las cosas deriva de la unidad en los cambios.

Aunque hay tres cualidades fundamentales, sus cambios están coordinados; y por tanto, todos los objetos tienen su unidad.

15. Puesto que la percepción y el deseo varían con relación al mismo objeto, la mente y el objeto son de diferente naturaleza.

Hay un mundo objetivo independiente de nuestra mente, y por lo tanto no puede ser verdadera la enseñanza del idealismo budista. Puesto que cada cual considera diferentemente una misma cosa, no puede ser esta cosa mera imaginación o concepto formado por la mente de un particular individuo.

16. La mente conoce o desconoce las cosas según cómo colorean la mente.

17. Siempre son conocidos los estados de la mente, porque el señor de la mente, Purusha, es inmutable.

El fundamento de esta teoría está en que el universo es a la par mental y material. Lo mental y lo material están en constante fluctuación. ¿Qué es este cuerpo? Una combinación de moléculas en constante cambio. Unas salen y otras entran. Es como un vórtice; pero ¿qué constituye la unidad? ¿Qué hace que sea el mismo cuerpo? Los cambios son rítmicos y en armónico orden envían impresiones a mi mente, y estas impresiones forman en conjunto una continua imagen, aunque las partes cambian sin cesar. También la mente está cambiando de continuo.

La mente y el cuerpo son como dos capas de la misma substancia que se mueven a diferente grado de velocidad; y así, como una es más rápida que la otra, podemos distinguir entre los dos movimientos.

Pongamos, por ejemplo, los movimientos de un tren y de un carro que marchen paralelamente. Será posible computar hasta cierto punto el movimiento de ambos; pero se necesita algo más, pues el movimiento sólo puede percibirse relacionando el móvil con un punto en reposo.

Cuando dos o tres objetos se mueven relativamente, percibimos cuál es el que va más aprisa y notamos después los que van más despacio ¿Cómo se ha de percibir el movimiento de la mente? También se mueve en flujo, y por tanto se necesita otra cosa que se mueva más despacio y otra después de todavía más pausado movimiento y así indefinidamente. 

Pero la lógica nos obliga a detenernos en algún punto y completar la serie con el conocimiento de algo que nunca cambie y este algo es Purusha, el inmutable, incoloro y puro, que cierra la cadena sin fin de movimientos y en el que se reflejan las impresiones como las imágenes de una linterna mágica se proyectan en la pantalla sin dejar huella ni mancharla.

18. La mente no tiene luz propia, porque es un objeto.

Por formidable que sea el poder de la mente, no tiene luz propia, es decir, que no es inteligente de por sí. Tan sólo Purusha es luminoso por sí mismo y todas las cosas iluminan. El poder de Purusha se infiltra en la materia y en la energía.

19. La mente no puede conocerse a sí misma al propio tiempo que conoce un
objeto.

Si la mente fuera luminosa por sí misma podría conocerse al propio tiempo que conoce un objeto; pero cuando conoce un objeto no puede reflejarse sobre sí misma. Por lo tanto, Purusha es luminoso de por sí y no lo es la mente.

20. Si suponemos otra mente conocedora, serán indefinidas las suposiciones, de lo que resultará la confusión de la memoria. Si suponemos que otra mente superior conoce la mente ordinaria, habrá de haber otra mente más superior todavía que conozca a aquella, y así sucesivamente. Por lo tanto, no podría haber memoria por falta de un punto de partida de la reiteración de impresiones en que consiste la memoria.

21. Purusha, la esencia del conocimiento, es inmutable, y cuando la mente toma su aspecto es consciente.

Cuando la mente se acerca a Purusha se refleja en la mente y entonces parece que la mente es Purusha.

22. Coloreada por el perceptor y lo percibido, la mente es capaz de comprenderlo todo.

Significa que cuando por una parte se refleja en la mente el mundo exterior, lo percibido, y por otra se refleja en la mente Purusha, el perceptor, es la mente capaz de conocer todas las cosas.

23. Aunque matizada por innumerables deseos, la mente actúa para el Purusha, porque actúa en combinación.

La mente es una combinación de varias cosas y por tanto no puede actuar para sí misma. Toda combinación en este mundo tiene alguna finalidad, una tercera cosa para la cual sirve la combinación. Así la combinación de la mente está destinada a Purusha.

24. El discernimiento reconoce que Atman no es la mente. El yogui reconoce por discernimiento que la mente no es Purusha.

25. Entonces la mente alcanza el previo estado de kaivalya (aislamiento). La, práctica de la yoga conduce al discernimiento, a la claridad de visión. Cae la venda de los ojos y vemos las cosas tal como son. Hallamos entonces que la Naturaleza es una combinación que muestra su panorama a Purusha, el espectador. 

La Naturaleza no es el Señor, pues todas las combinaciones de la Naturaleza tienen por fin mostrar estos fenómenos al Purusha, el entronizado rey interno. Cuando por larga práctica del yoga se alcanza el discernimiento, cesa el temor y queda anulada la mente.

26. De las impresiones derivan pensamientos que obstruyen el camino de la liberación.

Las diversas ideas que nos hacen creer en la necesidad de algo externo para nuestra dicha son obstáculos para la perfección. El Purusha es feliz y bienaventurado por su propia naturaleza. Pero las pasadas impresiones encubren esta verdad. Se han de extinguir estas impresiones.

27. Se extinguen de la misma manera que dijimos respecto a la ignorancia, egoísmo, etc.

28. Quien alcanza el discernimiento conocedor de las esencias y sin embargo renuncia a los frutos, logra por resultado del perfecto discernimiento el samadhi llamado cúmulo de virtud.

Cuando el yogui logra el discernimiento que le da a conocer la esencia de las cosas, recibe todos los poderes mencionados en el capítulo anterior, pero renuncia a todos ellos. Entonces recibe un peculiar conocimiento, una particular luz llamada Dharma Mecha, el cúmulo de virtud, que poseyeron todos los grandes profetas del mundo que registra la historia, pues en sí mismos hallaron la base del conocimiento. La verdad era real para ellos. La paz, la calma y la perfecta pureza fueron su naturaleza en cuanto renunciaron a las vanidades de los poderes.

29. De esto proviene el cese del dolor y de las acciones.

Cuando el yogui alcanza el cúmulo de virtud y a no ha de temer el fracaso ni nada lo puede derribar. Ya no sufre males ni dolores.

30. El conocimiento libre de velos e impurezas se magnifica hasta lo infinito y lo cognoscible se empequeñece.

Despojado de los velos que lo encubrían, permanece en sí mismo el conocimiento. Una escritura budista define el estado de buda diciendo que es conocimiento infinito como el firmamento. Jesús alcanzó este estado y fue el Cristo. Todo ser humano ha de alcanzarlo.

Cuando el conocimiento es infinito, se empequeñece lo cognoscible. El universo entero con todos sus objetos do conocimiento se anonada ante Purusha. El hombre vulgar se ve pequeño porque lo cognoscible le parece infinito.

Aforismos del Yoga de Patanjali Independencia - Swami Vivekananda
Aforismos del Yoga de Patanjali Independencia - Swami Vivekananda 

31. Entonces terminan las sucesivas transformaciones de las cualidades que llegaron al fin.

Cesan para siempre las varias transformaciones de las cualidades con sus cambios de especie.

32. Sucesión es la serie de cambios que con relación a los momentos de tiempo, se notan al término de la serie.

Llama Patanjali sucesión a los cambios relacionados con los momentos. Mientras pienso, transcurren, muchos momentos y a cada momento hay un cambio de idea; pero sólo se notan estos cambios al final de la serie. A esta serie se le llama sucesión; mas para la mente que ha realizado la omnipresencia no hay sucesión, pues todo lo tiene presente y no existen para ella el pasado ni el futuro. Todo lo conoce fulgurantemente.

33. Kaivalya es la resolución inversa de las cualidades faltas ya de motivo para obrar en beneficio de Purusha, o el establecimiento del poder de conocimiento en sí mismo.

Al llegar a este punto, ha cumplido la Naturaleza, nuestra tierna nodriza, la tarea que se impuso. Suavemente tomó de la mano al alma de sí misma olvidada y le mostró todas las experiencias que había de adquirir en el universo, todas las manifestaciones, llevándola de alto en alto en diversos cuerpos, hasta que recobrada su perdida gloria recordó su esencial naturaleza. 

Entonces la amorosa madre volvióse por el mismo camino por donde había venido para favorecer a otros que también se habían extraviado en el desierto sin ruta de la vida. Y así actúa sin principio ni fin. Así a través del placer y del dolor, del bien y del mal fluye el infinito río de las almas hacia el océano de perfección, del conocimiento de sí mismas.

¡Gloria a quienes reconocieron su propia naturaleza! ¡Que su bendición recaiga en todos nosotros!



Fuente: texto: Aforismos del Yoga de Patanjali / Swami Vivekananda

Aforismos del Yoga de Patanjali Poderes - Swami Vivekananda

 PODERES. 


Es el Swami Vivekananda quien comenta y aclara los "Aforismos sobre Yoga" de Patanjali, pero no lo hace de una manera meramente intelectual sino con la autoridad propia de quien, como él, era un ser extraordinario y, además, había realizado el Raja Yoga. 

No sólo los aspirantes espirituales sino también aquellos que andan ansiosamente tras el verdadero conocimiento, sabrán valorar el aporte que significa una obra de esta magnitud.

La versión directa del inglés de los aforismos, fue igualmente hecha por el Swami Vivekananda, venciendo la dificultad que ofreciera siempre a los orientalistas este tipo de expresión en sánscrito, tan precisa y concisa, que su interpretación correcta llegó a ser casi imposible incluso para muchos eruditos en esa antigua lengua.


CAPÍTULO 3:

1. Dharana es la concentración de la mente en un particular objeto.

Dharana es el estado en que la mente se concentra en algún objeto, ya del cuerpo, ya exterior al cuerpo y se mantiene en dicho estado.

2. Un flujo constante de conocimiento en aquel objeto es Dhyana.

La mente piensa en un objeto y se concentra en un punto determinado, como la coronilla de la cabeza, el corazón, etc. y si logra recibir sensaciones de aquella parte del cuerpo y no de otra alguna estará en dharana. Si consigue mantenerse durante algún tiempo en dicho estado se dice que está en meditación (dhyana).

3. Cuando en la meditación prescinde la mente de las formas y se fija únicamente en el significado, está en samadhi.

Se llega al estado de samadhi cuando en la meditación se prescinde de la forma externa. Si medito en un libro y logro concentrar poco a poco la mente en el libro, percibiendo tan sólo el significado del libro, prescindiendo de sus accidentes y condiciones, como forma, volumen, etc., a este estado de dhyana se llama samadhi.

4. La conjunción de las tres con referencia a un objeto es samyama.

Cuando el hombre puede fijar la mente en un particular objeto y mantenerla fija largo rato y abstraer la forma del objeto se dice que está en samyama o sea la conjunción de los sucesivos estados de dharana, dhyana y samadhi. La forma del objeto desaparece y sólo queda su significado en la mente.

5. Cuando esto se logra, se recibe la luz del conocimiento.

Quien logra el estado de samyama es dueño de todos los poderes. Dicho estado es el más eficaz instrumento del yogui. Los objetos de conocimiento son infinitos y se clasifican en densos, muy densos, densísimos y en sutiles, muy sutiles y sutilísimos. 

Primero se ha de aplicar el samyama a las cosas densas o groseras, y una vez logrado el conocimiento de ellas se procede a aplicar el samyama a las sutiles.

6. Esto se ha de efectuar por etapas.

Nos advierte Patanjali que no hemos de ir demasiado aprisa.

7. Estos tres son más internos que los que los preceden.

Los tres a que alude el aforismo son los estados dharana, dhyana y samadhi, y los precedentes son pratyahara, pranayama, asana, yama y niyama, considerados como las partes externas de los tres primeros y por tanto se han de alcanzar previamente. 

Cuando el hombre logre los tres últimos estados alcanzará la omnisciencia y la omnipotencia, pero no la liberación, porque dichos tres estados no conferirán a la mente la inmutabilidad (nirvikalpa) y dejarán las semillas de la reencarnación. Únicamente cuando las semillas están "fritas", como dicen los yoguis, pierden la posibilidad de producir nuevas plantas. Los referidos poderes no son capaces de freír las semillas.

8. Aún son externos en relación al samadhi sin semillas.

Comparados los citados poderes con el samadhi sin semillas son todavía externos. Aún no hemos alcanzado el verdadero y superior samadhi, sino el inferior, en el cual existe el universo tal como lo vemos y al cual pertenecen dichos poderes.

9. Por la supresión de las impresiones perturbadoras mediante las impresiones que las neutralizan, la mente puede dominar las modificaciones.

En el primer estado de samadhi no se han dominado del todo las modificaciones de la mente, pues si se hubiesen dominado quedaría la mente inmutable. Si una modificación impele a la mente a valerse de los sentidos y el yogui intenta reprimirla, la misma represión la modificará, pues una oleada quedará anulada por otra, de suerte que no habrá verdadero samadhi cuando todas las oleadas estén sometidas, porque subsistirá la oleada que las someta. 

Sin embargo, el samadhi inferior está mucho más cerca del superior que cuando la mente se agita y la materia mental fluctúa como oleaje marino.

Aforismos del Yoga de Patanjali Poderes - Swami Vivekananda
Aforismos del Yoga de Patanjali Poderes - Swami Vivekananda 

10. Su flujo se sosiega por hábito.

El flujo de esta continua represión de la mente se sosiega cuando después de larga práctica adquiere la mente la facultad de concentración.

11. Cuando después de atender la mente a varios objetos se concentra en uno solo, está en samadhi. El estado inferior de la mente es en el que pasa sucesivamente de unas cosas a otras. Cuando se concentra en un solo objeto, con exclusión de todos los demás, está en samadhi.

12. Cuando la impresión pasada se unifica con la presente está el chitta concentrado.
¿Cómo conoceremos que la mente está concentrada? Porque se habrá desvanecido la idea ,de tiempo. Cuanto más tiempo pase sin advertir que pasa, más concentrados estaremos. 

En la vida ordinaria notamos que cuando leemos con vivísimo interés un libro no tenemos noción del tiempo, y cuando terminamos la lectura nos sorprendemos al notar las horas que han pasado. Durante la lectura todo el tiempo nos parece presente.

Por esto dice el aforismo que cuando se unifican el pasado y el presente se dice que la mente está concentrada.

13. Así se explica la triple transformación en forma, tiempo y estado, en densa o sutil materia y en los órganos. El triple cambio en la materia mental, de forma, tiempo y estado explica los correspondientes cambios en densa y sutil materia y en los órganos. Supongamos que tenemos una barrita de oro y la transformamos en un brazalete, y después el brazalete en una arracada. 

Estos son cambios de forma. El mismo fenómeno, considerado desde el punto de vista de la duración, nos da el cambio de tiempo. Además, el brazalete o la arracada pueden ser brillantes o mates, gruesos o delgados, etcétera. Esto es el cambio de estado. Refiriéndonos ahora a los aforismos 9, 11 y 12, la materia mental se muda en vrittis, esto es, cambia de forma, y también cambia de tiempo al transcurrir por el pasado, el presente y el futuro. 

El estado se entiende por la variación de intensidad de las vibraciones en el particular período presente. La práctica de las concentraciones enseñadas en los precedentes aforismos dará al yogui voluntario dominio sobre las transformaciones de su materia mental, que le capacitarán para practicar el samyama citado en el aforismo 4.

14. Lo calificado es aquello sobre que actúan las transformaciones pasadas, presentes o que todavía se han de manifestar. Es decir, lo calificado es la substancia influida por el tiempo y por las samskaras, que cambia de manifestación.

15. La sucesión de cambios es causa de múltiple evolución.

16. Por la aplicación de samyama a las tres clases de cambios se adquiere el conocimiento del pasado y del futuro. No hemos de perder de vista la primera definición de samyama. Cuando la mente alcanza este estado y se identifica con la interna impresión del objeto, prescindiendo de la externa, y cuando por dilatada práctica, retiene la mente dicha interna impresión, y puede colocarse instantáneamente en tal estado, se dice que está en samyama. 

Para conocer el pasado y el futuro es necesario aplicar el samyama a los cambios de las samskaras. Algunas samskaras actúan en el presente; algunas han actuado ya; y otras están por actuar. Aplicando el samyama a estas samskaras se conoce el pasado y el futuro.

17. Por la aplicación del samyama a la palabra, al significado y al conocimiento, que de ordinario se entrefunden, se adquiere el conocimiento de todos los sonidos animales.

La palabra representa la causa externa; el significado representa la interna vibración que por conducto de los sentidos transmite la externa impresión a la mente; el conocimiento representa la reacción de la mente de que resulta la percepción. Estos tres elementos entrefundidos nos dan la sensación del objeto. Supongamos que oigo una palabra. 

Ocurre primero la vibración externa; después la interna sensación transmitida a la mente por el órgano del oído; luego reacciona la mente y yo comprendo la palabra, que es una entremezcla de vibración, sensación y reacción. Ordinariamente estos tres elementos son inseparables, pero por la práctica puede el yogui separarlos. 

Si entonces aplica el samyama a cualquier sonido, comprende el significado que este sonido intentaba expresar, tanto si lo emite un hombre como un animal.

18. Por la percepción de las impresiones, se obtiene el conocimiento de las vidas pasadas.
Cada experiencia que tenemos levanta una onda en la materia mental, que si bien se va amortiguando cada vez más, nunca se pierde, sino que allí permanece en sutilísima forma, de suerte que si logramos reavivar la onda, determina la memoria. Por tanto, si el yogui puede aplicar el samyama a las pasadas impresiones de la mente, recordará todas sus vidas pasadas.

19. Por la aplicación del samyama a los signos del cuerpo de otro, se adquiere el conocimiento de su mente.
Cada persona tiene en su cuerpo signos que la distinguen de las demás. Cuando el yogui aplica el samyama a dichos signos, conoce la índole de la mente de la persona.

20. Pero no su contenido, porque este no es el objeto del samyama.
El yogui no conocería el contenido de la mente de la persona a cuyos signos corporales aplicara el samyama, pues para ello se requerirían dos samyamas, uno en los signos del cuerpo y otro después en la mente. Entonces conocería el yogui todo cuanto está en la mente de la persona.

21. Por la aplicación del samyama a la forma del cuerpo, se intercepta la perceptibilidad de la forma, y como el poder de manifestación en el ojo está separado, el cuerpo del yogui es invisible. Un yogui que esté en un aposento puede desaparecer aparentemente. No se desvanece en realidad, pero nadie puede verlo. La forma y el cuerpo quedan, por decirlo así, separados. 

Conviene recordar que esto sólo es posible cuando el yogui adquirió el poder de concentración en que la forma se separa de la cosa formada. Entonces aplica el yogui el samyama y se suspende el poder de percibir formas porque este poder proviene de la unificación de la forma con la cosa formada o del perceptor con lo percibido.

22. Así se explica también la desaparición u ocultamiento de las palabras habladas y de otras cosas.

23. El karma es de dos clases: pronto a dar fruto y tardío en fructificar. Por el samyama en ambos karmas o por los signos de arishta, los yoguis conocen exactamente cuándo se han de separar del cuerpo.

Cuando el yogui aplica el samyama a su propio karma, es decir, a las impresiones que actúan en su mente y a las que están en expectación de actuar, conoce exactamente por medio de estas últimas cuándo morirá su cuerpo. Sabe qué día, a qué 'hora y aun a qué minuto morirá. 

Los hinduistas piensan mucho en este conocimiento o conciencia de la hora de la muerte, porque el Bhagavad Gita enseña que los pensamientos en el momento del tránsito influyen muchísimo en la determinación de la vida siguiente.

24. Por la aplicación del samyama a la amistad, benevolencia, misericordia, etcétera, el yogui sobresale en las respe ctivas cualidades.

25. Por la aplicación del samyama a la fuerza del elefante y otros, adquiere el yogui su respectiva fuerza.

Cuando el yogui llega al estado de samyama y necesita fuerza, aplica el samyama a la fuerza del elefante y la adquiere. Infinita energía está a la disposición de cuantos sepan adquirirla. El yogui ha descubierto la ciencia de adquirirla.

26. Por el samyama en la efulgente luz (I-36) se adquiere el conocimiento de lo sutil, de lo obstruido y de lo lejano. Cuando el yogui aplica el samyama a la efulgente luz subyacente en el corazón, ve las cosas lejanas, las que están obstruidas por cordilleras de montañas y también ve las cosas sutiles.

27. El samyama en el sol confiere el conocimiento del mundo.

28. En la luna, confiere el conocimiento del enjambre de estrellas.

29. En la estrella polar, el del movimiento de las estrellas.

30. En el ombligo, el de la constitución del cuerpo.

31. En la garganta, produce el cese del hambre.

Cuando el hombre está muy hambriento, la aplicación del samyama a la garganta le aliviará el hambre.

32. En el nervio llamado kurma, determina la fijeza del cuerpo.
Quiere decir este aforismo, que cuando se practica el samyama, no se perturban las funciones del cuerpo.

33. En la luz que brota de lo alto de la cabeza, se ve a los "siddhas".

Los siddhas son entidades algo superiores a los duendes. Cuando el yogui concentra su mente en lo alto de la cabeza ve a los siddhas. La palabra siddha no se refiere a los hombres que han alcanzado la liberación, aunque a veces se la suele emplear impropiamente en este sentido.

34. O también se allega todo conocimiento por el poder de "pratibha".

Todos los expresados conocimientos puede recibir el hombre por el poder de pratibha o espontánea iluminación derivada de la pureza. Cuando el hombre alcanza el alto estado de pratibha, recibe la iluminación y todo lo ve claro y evidente. Todas las cosas conocen sin necesidad de samyama.

35. En el corazón, recibe el conocimiento de las mentes.

36. El gozo proviene de no confundir el alma con sattva, que son totalmente diferentes. 

Samyama en el centrado Yo da el conocimiento de Purusha.
Toda acción de sattva, modificación de prakriti, caracterizada por luz y felicidad, es en provecho del alma. Cuando sattva está libre de egoísmo, e iluminado por la pura inteligencia de Purusha, se dice que está centrado, porque ya es independiente sin ninguna relación.

37. De esto dimana el conocimiento perteneciente a pratibha y las supernaturales sensaciones de oído, tacto, vista, gusto y olfato.

38. Estos son impedimentos para el samadhi, pero son poderes en el estado terreno.

El yogui allega de la unificación de Purusha con la mente, el conocimiento de los goces del mundo. Si aplica el samyama para conocer que la materia y el alma son dos cosas diferentes, adquiere el conocimiento de Purusha. De aquí proviene la discriminación, y cuando adquiere el yogui la discriminación o discernimiento, alcanza el pratibha, la luz del supremo genio. 

Sin embargo, estos poderes son impedimentos para llegar a la meta suprema, el conocimiento del puro Yo y la liberación. Dichos poderes se interponen en el camino y si el yogui los rechaza, logra la liberación. Si cede a la tentación de admitir los poderes, le obstruirán su ulterior progreso.

39. Cuando se anula la causa de la esclavitud de chitta, el yogui, por su conocimiento de los canales de actividad de chitta, entra en otro cuerpo.

Aforismos del Yoga de Patanjali Poderes - Swami Vivekananda
Aforismos del Yoga de Patanjali Poderes - Swami Vivekananda 

El yogui puede infundirse en un cadáver y resucitarlo, aunque él actúe en otro cuerpo. También puede infundirse en un cuerpo vivo y mantener en suspenso la mente y los órganos de la persona a quien el cuerpo vivo pertenece, y actuar temporáneamente en este cuerpo. Así lo efectúa el yogui al discernir entre Purusha y Prakriti. 

Si desea entrar o infundirse en el cuerpo de otro, le aplica el samyama y en él se infunde, pues su alma y su mente son omnipotentes, según enseñan los yoguis, porque es una porción de la mente universal. Sin embargo, sólo puede actuar por medio de las corrientes nerviosas de su propio cuerpo; pero cuando se desliga de estas corrientes puede actuar por cualquier otro medio.

40. El dominio de la corriente llamada "udana" capacita al yogui para no hundirse en el agua ni en los tremedales, para andar sobre abrojos y morir a voluntad.

Udana es la corriente nerviosa que rige los pulmones y todas las partes superiores del cuerpo, y cuando el yogui la domina es su cuerpo menos denso que el agua, y puede andar sobre espinas y abrojos, sobre hojas de espada, permanecer en el fuego y dejar el cuerpo cuando quiera.

41. Cuando domina la corriente "samana" le rodea fulgurante luz.
Siempre que quiere despide luz su cuerpo.

42. Si aplica el samyama a la relación entre el oído y el akasa, adquiere la divina audición.
Tenemos el akasa y el éter, con el oído por instrumento, y cuando el yogui aplica a ellos el samyama, lo oye todo por muy lejano que suene.


43. Si aplica el samyama a la relación entre el akasa y el cuerpo, se hará tan ligero como el algodón en rama y podrá atravesar los aires. Significa que la materia del cuerpo es akasa condensado; y por tanto, si el yogui aplica el samyama al cuerpo, lo hará tan sutil como el akasa y podrá ir por los aires a donde quiera. Así también en los demás casos.

44. Todo cuanto encubre la luz desaparece por la aplicación del samyama a las reales modificaciones de la mente fuera del cuerpo en la "gran desincorporación".
La mente en su locura cree que actúa en el cuerpo. ¿Por qué he de ligarme a un sistema de nervios y recluir al ego en un cuerpo si el ego es omnipresente? No hay razón para ello. 

El yogui necesita sentir el ego donde quiera. Las ondas mentales que se levantan en ausencia del egotismo del cuerpo, se llaman "reales modificaciones" o "la gran desincorporación". Cuando el yogui logra aplicar el samyama a estas modificaciones se desvanece cuanto encubre la luz, toda tenebrosidad e ignorancia. Todo se le muestra al yogui en la plenitud de conocimiento.

45. El yogui llega a dominar todos los elementos cuando aplica el samyama primero a los densos, después a los sutiles y a las cualidades en ellos inherentes y a su contribución a la experiencia del alma. El yogui aplica el samyama a los elementos densos y después a los sutiles.

Una secta de budistas practican este samyama en un trozo de arcilla y poco a poco van percibiendo los sutiles elementos que lo constituyen, y cuando han conocido todos los sutiles materiales adquieren el poder sobre aquel elemento y así con todos los demás elementos. El yogui puede dominarlos todos.

46. De esto se sigue la disminución y los demás poderes, la "glorificación del cuerpo" e indestructibilidad de las cualidades corporales.

Esto significa que el yogui ha adquirido los ocho poderes. Es capaz de hacerse tan diminuto como una partícula o tan ingente como una montaña, tan pesado como la tierra o tan ligero como el aire. Puede lograr y regir y alcanzar cuanto quiera. Un león se agachará a sus pies sumiso como un cordero y todos sus deseos cumplirá a voluntad.

47. La " glorificación del cuerpo" es belleza, calidad, vigor y diamantina dureza.
El cuerpo llega a ser indestructible. Nada puede dañarlo. Nada es capaz de destruirlo hasta que el yogui lo consienta. "Rompe la vara del tiempo y con su cuerpo vive en este universo." Dicen los Vedas que para un hombre así ya no hay enfermedades ni dolores ni muerte.

48. Se llegan a dominar los órganos aplicando el samyama a su objetividad y poder de iluminación, a la egoidad, a la inherencia en ellos de las gunas y a su contribución a la experiencia del alma. En la percepción de los objetos externos los órganos transmiten la impresión a la mente. A esto sigue el conocimiento. La egoidad está también presente en el acto. Cuando el yogui aplica gradualmente a todo ello el samyama, domina los órganos. 

Por ejemplo, el objeto es un libro, hemos de concentrar primero la mente en el libro, después en el conocimiento del libro y después en el ego que ve el libro y así sucesivamente. Por la práctica se dominarán todo los órganos y por consiguiente sus respectivas funciones.

49. Así adquiere el cuerpo el poder de tan rápido movimiento como la mente, el poder de los órganos independientes del cuerpo y el dominio de la materia.
Así como por el dominio de los elementos se glorifica el cuerpo, así también el dominio de los órganos confiere los mencionados poderes.

50. Por el samyama en el discernimiento entre sattva y purusha se adquiere la omnipotencia y la omnisciencia. Cuando dominada la materia y reconocida la diferencia entre purusha y la materia, reconoce el yogui que purusha es indestructible, puro y perfecto, entonces adquiere la omnipotencia y la omnisciencia.

51. La renunciación a todos estos poderes aniquila la simiente del mal y conduce al kaivalya.
Entonces alcanza el yogui la soledad, la independencia, la liberación. Cuando desecha hasta las ideas de omnipotencia y omnisciencia, rechaza enteramente el gozo y las tentaciones de los seres celestiales. Cuando el yogui sabe qué son estos maravillosos poderes y los rechaza, llega a la meta. ¿Qué son todos estos poderes? Simplemente manifestaciones. 

No son cosa mejor que sueños. Aun la omnipotencia es un sueño, pues depende de la mente, y mientras subsista la mente podrá haber omnipotencia; pero la meta está más allá de la mente.

52. El yogui no debe sentirse alucinado ni lisonjeado por las insinuaciones de los seres celestiales, pues se expondría de nuevo al mal. Además hay otros peligros. Los dioses y otros seres tientan al yogui. No quieren que nadie alcance la perfección. Son envidiosos, tanto como lo somos los hombres, y a veces más que nosotros. Tienen mucho miedo de perder su sitio. 

Los yoguis que no alcanzan la perfección, se convierten en dioses al morir, pues, dejando el camino recto se extravían por un andurrial y aceptan los poderes, por lo que han de renacer. Pero el yogui lo bastante fuerte para rechazar tales tentaciones, va en derechura a la meta y alcanza la liberación.

53. Por el samyama en una partícula de tiempo y en su presesión y sucesión, se adquiere el discernimiento. ¿Cómo evitar todas estas cosas, estos devas y cielos y poderes? Por el discernimiento que distingue el bien del mal. Por lo tanto hay un samyama que intensifica el poder del discernimiento. Es el samyama aplicado a una partícula de tiempo y al tiempo que la precede y la sigue.

 Aforismos del Yoga de Patanjali Poderes - Swami Vivekananda
Aforismos del Yoga de Patanjali Poderes - Swami Vivekananda 

54. Las cosas que no pueden diferenciarse en especie, signo y lugar, las discernirá el antedicho samyama. Nuestras aflicciones provienen de la ignorancia, de no discernir entre lo real y lo ilusorio. Tomamos el mal por el bien y el sueño por realidad. Hemos olvidado que el alma es la única realidad. El cuerpo es un sueño ilusorio y nos figuramos que somos nuestro cuerpo. Esta falta de discernimiento es causa de nuestra desdicha y tiene por origen la ignorancia. 

Cuando alcanzamos el discernimiento nos fortalece, y sólo entonces podemos evitar las varias ideas de cuerpo, cielos y dioses. La ignorancia proviene de la diferenciación por especies, signo y lugar. Tomemos por ejemplo una vaca. Este animal es de diferente especie del perro. ¿Cómo distinguir una vaca de otra dentro de su misma especie? Por signos o señales. Si dos objetos son exactamente iguales podrán distinguirse si están en diferentes lugares. 

Cuando los objetos son tan iguales y tan confundidos están que no puedan distinguirse ni por el signo ni por el lugar, el poder del discernimiento adquirido por la mencionada práctica nos capacitará para distinguirlos. La superior filosofía del yogui está basada en que Purusha es puro y perfecto y lo único "simple" que existe en este universo. El cuerpo y la mente son compuestos; y sin embargo, siempre nos identificamos con ellos. El grave error consiste en haber perdido el discernimiento. Cuando se alcanza el discernimiento ve el hombre que todo lo de este mundo, tanto mental como físico, está compuesto y no puede ser Purusha.

55. Conocimiento salvador es el discernimiento que abarca todos los objetos en todas sus variaciones.

Es salvador este conocimiento porque conduce al yogui a través del océano de nacimientos y muertes. Toda Prakriti en todos sus estados sutiles y densos está dentro del círculo de este conocimiento. No hay sucesión de percepciones en este conocimiento, pues todo lo percibe de una mirada.

56. Por la similitud de pureza entre sattva y purusha se obtiene el kaivalya.
Cuando el alma reconoce que no depende de nada ni de nadie en este universo, desde los dioses hasta el ínfimo átomo, obtiene el kaivalya (aislamiento) y la perfección. 

Por aislamiento o soledad se ha de entender la separación del espíritu, de purusha o verdadero ser, de la única realidad, llamada también alma, de todo cuanto es ilusorio, en el sentido de temporáneas manifestaciones del Absoluto, que al Absoluto han de retornar al fin de cada ciclo de manifestación. Se alcanza el kaivalya cuando la mezcla de pureza e impureza llamada sattva (intelecto) es tan pura como Purusha. Entonces sattva sólo refleja la genuina esencia de pureza de Purusha.


Fuente: texto: Aforismos del Yoga de Patanjali / Swami Vivekananda

El Yoga de la Visión Cósmica - Mahatma Gandhi

El Bhagavad Gita
Evangelio de la acción desinteresada



Capítulo 11

En este capítulo, el Señor revela ante la vista de Arjuna lo que él habia escuchado con sus oídos: la forma cósmica del Señor. Este capítulo es el favorito de los Bhaktas. 

Aquí no hay argumentos. Todo es poesía. Su música solemne resuena en nuestros oídos y no es posible cansarse de leerlo una y otra vez.

Dijo Arjuna:

1. Debido a Tu gracias, me has enseñado el misterio supremo que revela el conocimiento de los Supremo.

2. He oído de TI con todo detalle el origen y destrucción de los seres, como también Tu infinita majestad, ¡oh Kamala Patraksha!

3. ¡Ciertamente, TÚ eres tal como TE has descripto, Parameshwara! Ahora anhelo contemplar Tu forma como Ishwara.

(Ishwara: Nombre que se da en la India a Dios, en su aspecto de Creador del mundo, como también su Sostenedor y Destructor. Corresponde a la Trinidad de Brahma (Creador), Vishnú (Sostenedor) y Shiva (Destructor).

4. Señor, si crees que es posible para mi tener esa visión, revélame, oh Yogeshwara, Tu forma imperecedera.
(Yogeshwara: Señor o Maestro del Yoga. Parameshwara: Señor Supremo)

Dijo el Señor:

5. Contempla, oh Partha, los centenares y millares de mis formas divinas, infinitamente diversas, infinitamente variadas en color y forma.

6. Contempla los Adityas, los Vasus, los Rudras, los dos Ashwins y los Maruts (Dioses Védicos del Hinduismo); contempla, oh Bharata, numerosas maravillas nunca antes reveladas.

7. Contempla hoy, oh Gudakesha, en mi cuerpo, todo el universo móvil e inmóvil, todo en uno, y cualquier cosa que tú anheles ver.

8. Pero tú no puedes verme con esos tus propios ojos. Te doy el ojo divino; ¡contempla Mi poder soberano!

Dijo Sanjaya:

9. ¡Oh Rey! Con estas palabras el gran Señor del Yoga, Hari, reveló a Partha Su forma suprema como Ishwara.

10. Con muchas bocas y muchos ojos, muchos aspectos maravillosos, con divinos ornamentos y esgrimiendo armas divinas.

11. Llevando celestiales vestiduras, ungida con divinos perfumes, se veía por todas partes la forma del Señor, maravillosa, infinita.

12. El esplendor de mil soles brillando al mismo tiempo en el cielo podría tal vez asemejarse al esplendor de aquel Todo-poderoso.

13. Entonces el Pandava vio todo el universo con sus múltiples manifestaciones reunidas en el cuerpo de ese Dios de los Dioses.

14. Entonces Dhananjaya (Arjuna), maravillado y conmovido hasta la última fibra de su ser, inclinó la cabeza ante el Señor y juntando sus manos se dirigió a ÉL.

Dijo Arjuna:

15. Dentro de tu forma, oh Señor, veo todos los dioses y las diversas multitudes de seres, veo a Brahma en su trono de lotos y todos los sabios y las serpientes divinas.

16. Veo tu forma infinita por todas partes, con muchos brazos y troncos, bocas y ojos. No veo el fin, ni el medio ni el principio. ¡Oh Señor del Universo, de Tu forma universal!

17. Te veo con la corona, el mazo y el disco, una masa resplandeciente brillando por doquier y deslumbrando la vista con el esplendor del fuego del sol refulgente por todos lados, inconmensurable.

Mahatma Gandhi
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18. Eres lo Supremo Imperecedero, digno de ser conocido; eres el sostén y reposo final de este universo; eres el guardián inmutable del Dharma Eterno; TÚ eres el Ser Eterno.

19. No tienes principio, ni medio, ni fin; Tu poder es infinito, tus brazos innumerables; tienes por ojos el sol y la luna; Tu boca es un fuego flameante que deslumbra el universo entero con su resplandor.

20. Solamente TÚ llenas el cielo y la tierra y todos los espacios; a la vista de Tu forma maravillosa y terrible, los tres mundos están oprimidos, ¡oh Mahatma!

21. Aquí, también, se ven multitudes de dioses que entran en TI; algunos con temor reverente, juntan sus manos y te alaban; las huestes de grandes sabios y hombres perfectos, con alabanzas en sus labios, cantan himnos en Tu honor.

22. Los Rudras, Adityas, Vasus, Sadhyas, todos los dioses, los dos Ashwins, Maruts, Manes, las huestres de Gandharvas, Yakshas, Asuras y Siddhas: todos te contemplan maravillados.

(Nombres de dioses, semidioses, demonios y otros seres celestiales o espíritus que habitan la región de los cielos. Según el Hinduismo, el cielo es una región dentro del universo adonde van las almas para recibir el premio de sus acciones y volver a la tierra después de algún tiempo; no es eterno y se disuelve junto con todo el universo cuando termina el ciclo de la manifestación de BRAHMAN.)

23. A la vista de Tu forma poderosa, oh Mahabahu, con múltiples bocas, con brazos, piernas y pies innumerables; con grandes vientres y terribles mandíbulas; los mundos se sienten temerosamente oprimidos, y yo también lo estoy.

24. Mientras TE contemplo tocando el cielo, resplandeciente con diversos colores, con las bocas abiertas y grandes ojos brillantes, me siento oprimido en lo más íntimo de mi ser y no hay paz ni reposo para mí. ¡oh Vishnú!

25. Y al ver Tus bocas con temibles mandíbulas, semejantes al Fuego destructor, pierdo todo sentido de orientación y no encuentro alivio. Ten piedad, ¡oh Señor de los Devas! ¡Oh Jagannivasa!

26. Todos los hijos de Dhritarashtra y con ellos la multitud de reyes; Bhisma, Drona y también Karna y los principales guerreros.

27. Se precipitan en las temibles mandíbulas de Tus bocas terribles. Puerdo ver algunos, sujetos entre Tus dientes, con sus cabezas reducidas a átomos.

28. Igual que los ríos que se precipitan como torrentes hacia el mar, así los héroes del mundo de los hombres se lanzan hacia Tus bocas flameantes.

29. Tal como los insectos en rápido vuelo se lanzan a las llamas, derecho hacia su fin, así estos héroes se precipitan de cabeza en Tus bocas para ser destruidos.

30. Devorándolos a todos, los lames con Tus lenguas llameantes; Tus rayos de fuego deslumbran, llenando todo el universo con su brillo.

31. Dime, Señor, quién eres TÚ en esta forma terrible. ¡Te saludo, oh Devavara! ¡Sé misericordioso! Deseo conocerte, oh Ser Primordial, porque no comprendo lo que eres.

Dijo el Señor:

32. YO soy el fin del Tiempo, que trae la muerte a los mundos, ocupado en devorar la humanidad. Aun sin que tú los destruyas, no sobrevivirá ninguno de estos guerreros dispuestos a combatir contra ti.

Mahatma Gandhi
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33. Por lo tanto, ¡levántate y adquiere fama! Vence a tus enemigos y conquista un próspero reino. Estos ya han sido destruidos por MÍ; TÚ no eres más que un instrumento, ¡oh Savyasachin!

34. Drona, Bhisma, Jayadratha y Karna, como también los demás guerreros jefes ya han sido muertos por MÍ. ¡Destrúyelos sin temor! ¡Combate! ¡No desmayes! Tuya es la victoria sobre los enemigos en el campo de batalla.

Dijo Sanjaya:

35. Oyendo estas palabras de Keshava, Arjuna juntó sus manos e hizo una reverencia, temblando. Inclinado y vacilante, se dirigió a Krishna una vez mas.

Dijo Arjuna:

36. Es muy justo, oh Hrishikesha, que el mundo deba llenarse de regocijo y emoción al alabarte; que los Rakshasas huyan atemorizados, y que todas las huestes de los Perfectos te rindan homenaje.

37. ¿Cómo no habrían de inclinarse ante TI, oh Mahatma? TÚ eres el Primer Creador, superior aun a Brahma. ¡Oh Ananta! ¡Oh Devesha! ¡Oh Jagannivasa! TÚ eres lo Imperecedero, el Ser, el no Ser, y lo que trasciende estos.

38. Eres el Dios Primordial, el Ser Primario, eres el Reposo final de este Universo; TÚ eres el Conocedor y lo conocido, la Suprema Morada; todo el universo está compenetrado por Tus innumerables formas.

39. TÚ eres Vaya, Yama, Agni, Varuna, Shashanka, Prajapati y Prapitamaha. ¡Te saludo, mil veces te saludo! ¡Salutaciones para TI, una y otra vez!

40. ¡Todos Te saludan, desde todos lados Te saludan! ¡Tus proezas son infinitas, Tu poder es inmensurable! TÚ sostienes todo, por lo tanto TÚ eres todo.

41. Si alguna vez, pensando que eras un compañero, me dirigí hacia TI diciendo "Oh Krishna, oh Yadava", sin conocer Tu grandeza, ya sea por descuido o por afecto;

42. Si alguna vez fui irrespetuoso contigo en las bromas, mientras jugábamos o descansábamos, solos o en compañía, ¡Oh Achyuta!, perdona mis faltas, TE lo suplico, ¡Oh Inconmensurable!.

43. TÚ eres el Padre de este mundo, de lo que se mueve y de lo inmóvil; TÚ eres el Maestro más querido y más reverenciado; no hay ninguno igual a TI; nadie puede superarte. Tu poder es sin igual en los tres mundos.

44. Por eso, prosternándome ante TI, imploro Tu gracia, ¡oh Señor Adorable! Como el padre con el hijo, el camarada con el camarada, así debes ser TÚ para mí, amado Señor.

45. Estoy lleno de felicidad al ver lo que nunca antes fue visto, y sin embargo mi corazón está oprimido por el temor. Muéstrame Tu forma de antes, ¡oh Señor! Ten compasión, ¡oh Devesha, oh Jagannivasa!

46. Anhelo verte como eras con la diadema, el mazo y el disco; toma de nuevo Tu otra forma, ¡oh Vishwamurti el de los mil brazos!

Dijo el Señor:

47. Fue para favorecerte, oh Arjuna, que te he revelado por medio de Mi poder único esta Mi forma Suprema, Resplandeciente, Universal, Infinita, Primordial que nadie más que tú ha visto jamás.

48. No por el estudio de los Vedas, ni por los sacrificios, ni por el estudio de otras Escrituras; no por ofrendas, ni aun por medio de ritos o severas austeridades, puedo YO ser visto en esta forma que sólo tú has contemplado en el mundo de los hombres, ¡oh Kurupravira!

49. No tengas temor ni estés perplejo al contemplar esta terrible forma Mía. Desecha el miedo, tranquiliza tu mente y vuelve a contemplarme en mi forma de antes.

Sanjaya dijo:

50. Así habló Vasudeva a Arjuna, y le reveló de nuevo su forma conocida. Usando otra vez su forma benigna, dio consuelo al aterrorizado.

Dijo Arjuna:

51. Contemplando de nuevo Tu benévola forma humana, vuelvo en mí y estoy otra vez en mi estado normal.

Dijo el Señor:

52. Es muy difícil contemplar esa forma Mía que tú has visto; aun los dioses anhelan verla siempre.

53. Ni por los Vedas, ni por austeridades, ni por ofrendas, ni aun por medio de sacrificios, nadie puede contemplarme en la Forma que tú has visto.

54. Pero por medio de una devoción total, ¡oh Arjuna!, YO puedo ser conocido en esta Forma y ser compenetrado en ella, ¡oh Parantapa!

55. Solamente viene hacia MÍ, oh Pandava, el que realiza Mis obras, el que ha hecho de MÍ su meta, el que es MÍ devoto, el que ha renunciado al apego, el que no tiene malos deseos para nadie.

Así termina el décimo primero  capítulo, titulado "El Yoga de la Visión Cósmica", en el diálogo entre Sri Krishna y Arjuna sobre la ciencia del yoga como parte del conocimiento de Brahman, el el Upanishad llamado el Bhagavad-Guita.


Mahatma Gandhi
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Fuente texto: Bhagavad Gita de acuerdo a Gandhi