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Les enseñaré una manera muy fácil: hagan su trabajo pensando que el trabajo también pertenece a Dios. No fijen su mente en la tarea, pensando "es mi trabajo". Piensen que todas las acciones que hacen, las hacen para Dios. Ofrézcanlo todo a Sus Pies. Crean, y díganselo a ustedes mismos, "todo lo que hago lo hago por amor a Dios".

La meditación es Relajación y Reminiscencia - Osho

Aprende a Disfrutar la Meditación  


 La meditación es una pausa, un descanso total, una completa deten­ción de toda actividad: física, mental, emocional. Cuando te tomas un des­canso tan profundo, nada se agita en tu interior. Cuando abandonas toda acción en sí, como si estuvieras me­dio dormido a pesar de estar despier­to, llegas a saber quién eres. De re­pente, se abre la ventana. No se la puede abrir con esfuerzo, pues el es­fuerzo genera tensión, y ésta es la causa de todas nuestras desdichas. Por esta razón, es muy importante comprender esto: la meditación no es un esfuerzo.

 Uno debe tener una actitud lúdica respecto de la meditación, aprender a disfrutarla como algo divertido. Uno no debe tomarla de manera seria y formal. Si lo hace, está perdido. Uno debe llegar a la meditación en forma muy placentera. Y tiene que ser cons­ciente de que está cayendo en un des­canso más y más profundo. No se tra­ta de concentración; por el contrario, se trata de relajación. Cuando estás completamente relajado, por primera vez comienzas a sentir tu propia reali­dad; te enfrentas a tu propio ser. Mientras estás en actividad, estás tan ocupado que no puedes verte a ti mis­mo. La actividad crea mucho humo a tu alrededor, levanta mucho polvo a tu alrededor. Por eso es necesario aban­donar toda actividad, al menos duran­te unas horas por día.

Osho Meditación
Osho Meditación  

 Esto es así sólo al comienzo. Una vez que has aprendido el arte del des­canso, puedes estar en actividad y en reposo al mismo tiempo, porque en­tonces sabes que el descanso es algo tan íntimo que nada que provenga de afuera puede perturbarlo. La activi­dad continúa en la periferia, mientras que, en el centro, tú sigues en reposo. Entonces, sólo al comienzo hay que abandonar toda actividad durante al­gunas horas. Cuando uno ha incorpo­rado el arte, ya no hay problema: uno puede permanecer en estado de medi­tación durante las veinticuatro horas del día y continuar al mismo tiempo con todas las actividades de su vida cotidiana.

 Pero recuerda: la palabra clave es descanso, relajación. Nunca vayas en contra del descanso y la relajación. Acomoda tu vida de tal manera que dejes de lado toda actividad inútil (pues el noventa por ciento de las actividades son vanas: no tienen otro fin que matar el tiempo y mantenerse ocupado). Haz únicamente lo esencial y dedica cada vez más tus energías a tu viaje interior. Entonces, se produce aquel milagro en el momento en que puedes estar al mismo tiempo en re­poso y en actividad. Es la reunión de lo sagrado con lo mundano, la reu­nión del materialismo con el espiri­tualismo. 

La meditación es Reminiscencia 

 Dondequiera que estés, recuerda que tú existes. Esta conciencia de tu existencia debe tornarse una continui­dad. No tu nombre, tu casta, tu nacio­nalidad. Ésas son cosas fútiles, abso­lutamente vanas. Sólo recuerda: "Yo soy." No hay que olvidar esto. Esto es lo que los hindúes denominan remi­niscencia del yo, lo que Buda llamaba autocontemplación, lo que Gurdjieff solía denominar recuerdo del yo, y lo que Krishnamurti llama conciencia.



Osho Meditación
Osho Meditación  

 Ésta es la parte más sustancial de la meditación: recordar que "yo soy". Mientras camines, estés sentado, co miendo o hablando, recuerda el "yo soy". Nunca lo olvides. Será muy dificultoso y arduo. Al comienzo, los olvidos serán permanentes; sólo ha­brá momentos sueltos en los cuales te sentirás iluminado, que luego se per­derán. Pero no te sientas mal: aun es­tos momentos sueltos son mucho. Siempre que puedas volver a recor­dar, retoma el hilo. Cuando olvides, no te preocupes. Recuerda nuevamen­te, vuelve a retomar el hilo, y poco a poco las brechas se irán reduciendo, los intervalos comenzarán a perderse, y surgirá una continuidad. Y cuando tu conciencia adquiere continuidad, no necesitas usar la mente. Entonces, no hay planificación; es tu conciencia y no tu mente la que dirige tus actos. Entonces, no hay necesidad de defen­sa alguna, no hay necesidad de dar ex­plicación alguna. En consecuencia, eres lo que eres: no hay nada que es­conder. Aquello que eres, lo eres. No puedes hacer otra cosa. Únicamente puedes hallarte en un estado continuo de reminiscencia. A través de esta re­miniscencia, de esta autocontempla­ción, llega la auténtica religión, la au­téntica moralidad.

Aqui unos videos de Osho, que lo quiero compartir con tigo espero que te gusten! Namaste!












Fuente: Osho/Bhagwan Shri Rajnísh/es.wikipedia.org/
Fuente: www.oshogulaab.com
Fuente: Video www.youtube.com 
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