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Les enseñaré una manera muy fácil: hagan su trabajo pensando que el trabajo también pertenece a Dios. No fijen su mente en la tarea, pensando "es mi trabajo". Piensen que todas las acciones que hacen, las hacen para Dios. Ofrézcanlo todo a Sus Pies. Crean, y díganselo a ustedes mismos, "todo lo que hago lo hago por amor a Dios".

Verdades sobre la figura y disciplina

¿El yoga adelgaza?



En la mayoría de los casos, sí. El yoga como disciplina integral trabaja diferentes aspectos psicológicos y emocionales, dándonos un equilibrio interior. Cuando esto sucede, estamos más tranquilos y conectados con nuestro cuerpo, por lo cual ingerimos lo justo si sentimos hambre, y vamos a preferir alimentos nutritivos, sanos, naturales que nos hacen bien. De una forma paulatina, sin dietas y con equilibrio, es posible que dejemos de comer por ansiedad y nos alimentemos más sanamente y también que casi naturalmente vayamos incorporando hábitos mucho más idóneos. 

Como consecuencia de esto, lo más seguro es que mejore nuestra figura, pero en el camino de la salud y no de la prohibición y la obsesión por la belleza que tanto nos maltrata. Por otra parte, es indudable que dentro de los más notorios beneficios del hatha yoga está darnos flexibilidad y mayor tono muscular, y que moldee el cuerpo. Con el tiempo se empieza a notar una tranformación. Algunas posturas ayudan a tonificar y a disminuir la grasa localizada, dándonos una figura más armoniosa. 

El yoga quema calorías, pero el hatha yoga clásico es suave porque parte de su bondad medicinal y meditativa está en sostener las asanas. El vinyasa, que es su versión más activa y también más atlética y exigente, sí es un ejercicio cardiovascular que puede ejercer un efecto más notorio de pérdida de peso. Dentro de esta categoría están las secuencias como los saludos al sol, el ashtanga yoga, el power yoga, jivamukti o anusara yoga.

Verdades sobre la figura y disciplina
Verdades sobre la figura y disciplina 

Aunque si el objetivo es exclusivamente adelgazar, puede que quien busque un intenso “workout” para alcanzar el cuerpo de una super estrella, termine algo decepcionado. Es importante en ese caso que se informe sobre qué estilos de yoga existen, para elegir uno exigente y vigoroso, o que se busque formas de ejercitarse más efectivas. El yoga verdadero seguirá siempre el principio de ahimsa, o no-violencia, por lo que respetará los procesos y límites del cuerpo y también tendrá un componente místico.

Hay muchas preguntas sobre el yoga y los efectos sobre nuestro cuerpo, estéticamente hablando. De hecho, dado que la parte más conocida de la disciplina es el yoga físico, no es raro que por fuera de India que es donde se ha preservado su tradición, este antiguo conocimiento sea equiparado a un magnífico ejercicio para estar en forma, para aumentar la flexibilidad, mejorar el tono muscular y en general para vernos mejor. 

No es equivocado afirmar que el yoga tiene como resultado todo lo anterior. Lo que sucede es que, por una parte, no hace justicia a todas sus bondades corporales (siendo el yoga toda una práctica curativa y restablecedora, sin mencionar sus efectos en otros aspectos) y, por otra, este énfasis más que perseguir la salud resalta unos cánones de belleza nocivos y esto se aleja del sentido más profundo tras la tradición.


Verdades sobre la figura y disciplina
Verdades sobre la figura y disciplina 

Una consecuencia de esto es que algunas personas que no se sienten satisfechas con sus cuerpos jamás consideran practicar yoga porque creen que es para gente delgada. Esto es falso: el yoga físico debe adaptarse a cada individuo, y aunque es común que las mismas secuencias sean enseñadas o impartidas para una diversidad de públicos, cada uno debe elegir una práctica acorde con sus capacidades, saber que el yoga no tiene que ser extenuante, ni exigir al cuerpo lo que no puede dar. 

La fuerza muscular y la agilidad, así como un cuerpo más armonioso y esbelto posiblemente llegarán como parte del proceso de autoconocimiento y de recuperación de la salud natural, pero no es jamás un requisito y menos el fin último. Si en el momento en que asistimos a una clase de yoga, se siente que hay un ambiente superficial y de “culto al cuerpo”, o que se debe ser esto o aquello para hacer yoga (joven, ágil, experto, fuerte, delgado), entonces se ha perdido el espíritu del yoga. 

Otra posible consecuencia es que la gente vaya a practicar yoga con la expectativa de perder peso. El yoga sí incorpora un trabajo físico, que trabajará los órganos internos, los músculos, la flexibilidad de la columna vertebral, los puntos energéticos, los canales de desintoxicación. Pero el yoga no tiene como objetivo darnos una rutina de ejercicios únicamente para que nos veamos mejor, sino para que estemos más saludables, tranquilos, expandidos.



Fuente: elyoga.about.com