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Les enseñaré una manera muy fácil: hagan su trabajo pensando que el trabajo también pertenece a Dios. No fijen su mente en la tarea, pensando "es mi trabajo". Piensen que todas las acciones que hacen, las hacen para Dios. Ofrézcanlo todo a Sus Pies. Crean, y díganselo a ustedes mismos, "todo lo que hago lo hago por amor a Dios".

La meditación es Acontecimiento es tu Naturaleza - Osho

Significa simplemente que no hagas nada.


 Cuando digo que debes abandonar el pensamiento, no creas que es inme­diato, porque yo tengo que usar el lenguaje. Entonces, afirmo "abando­na el pensamiento" pero, si empiezas a abandonarlo, te perderás, porque nuevamente lo reducirás a una acción. "Abandona el pensamiento" significa simplemente que no hagas nada. Siéntate. Deja que las ideas se aclaren por sí solas. 

 Deja que la mente suene en su propio acorde. Limítate a sen­tarte contemplando la pared, en un rincón silencioso, sin hacer nada de nada. Relajado, flojo, sin hacer es­fuerzo alguno, sin ir a ningún lado. Como si estuvieras quedándote dormido despierto: estás despierto y te estás relajando, pero todo el cuerpo se va quedando dormido. Sigues alerta por dentro, pero todo el cuerpo entra en una profunda relajación.

 Las ideas se aclaran por sí mismas, sin que necesites pasar de una a otra, sin que necesites tratar de ponerlas en orden. Es como si un arroyo se llena­ra de lodo... ¿Qué haces? ¿Saltas en él y ayudas a que el arroyo recupere su claridad? ¡Producirás más lodo! Sim­plemente te sientas en la orilla, y es­peras. No hay nada que hacer, porque cualquier cosa que hagas llenará más de barro el arroyo. Si alguien atravesó el arroyo y las hojas muertas volvie­ron a la superficie y subió el lodo, só­lo es necesario tener paciencia. Sim­plemente siéntate en la orilla, y obser­va, con frialdad. 


Osho Meditación
Osho Meditación 

 Y, a medida que el arroyo continúe fluyendo, se llevará las hojas muertas y el lodo comenza­rá a bajar, pues no puede flotar eterna­mente. Después de un rato, en forma repentina, tomarás conciencia de que el arroyo está nuevamente claro como un cristal. Cada vez que un deseo atraviesa tu mente, el arroyo se llena de lodo. Así que simplemente siénta­te; no trates de hacer nada. En Japón, estar simplemente sentado se llama zazen: consiste sólo en sentarse y no hacer nada. 

 Y, un día, acontece la me­ditación. No es que la vayas a buscar; te llega. Y, cuando la meditación llega a ti, la reconoces de inmediato. Siem­pre ha estado ahí, sólo que no estabas mirando en la dirección correcta. El tesoro ha estado contigo, pero estabas ocupado en otra cosa: en pensamien­tos, en deseos, en mil y una cosas. No estabas interesado en una cosa úni­ca... y era tu propio ser...

 Cuanto más comprendes el meca­nismo de la mente, más posibilidades tienes de no interferir. Cuanto más en­tiendes cómo funciona la mente, más posibilidades tienes de poder sentarte en estado de zazen. De ser capaz de sentarte, sólo sentarte y no hacer na­da; de ser capaz de permitir que la meditación acontezca. Es un aconte­cimiento. 


La meditación es tu NATURALEZA

 ¿Qué es la meditación? ¿Es una téc­nica que se puede practicar? ¿Es un esfuerzo que tienes que hacer? ¿Es al­go que la mente puede lograr? No. Todo lo que la mente es capaz de ha­cer no puede ser meditación. Se trata de algo que está más allá de la mente, y en ese terreno la mente resulta abso­lutamente inútil. La mente no puede acceder a la meditación. Donde termi­na la mente, comienza la meditación. Es necesario recordar esto, porque en nuestras vidas, hagamos lo que haga­mos, lo hacemos a través de la mente; sea lo que sea lo que logramos, lo lo­gramos a través de la mente. 

 Y enton­ces, cuando nos volvemos hacia adentro, nuevamente empezamos a pensar en términos de técnicas, métodos, ac­ciones, porque toda la experiencia de vida nos muestra que la mente puede lograrlo todo. Sí, a excepción de la meditación, la mente puede lograrlo todo. 


Osho Meditación
Osho Meditación 
Todo lo ejecuta la mente, salvo la meditación. Porque la meditación no es un logro; es un estado previo: es tu naturaleza. No es necesario adqui­rirla; sólo es preciso reconocerla, sólo hay que recordarla. Está allí esperán­dote: basta con darte vuelta y está a tu disposición. Te ha estado acompañan­do desde siempre.

 La meditación es tu naturaleza in­trínseca: eres tú, es tu ser, no tiene na­da que ver con tus acciones. No puedes tenerla y no puedes no tenerla. No puede ser poseída, pues no es una co­sa. Eres tú mismo. Es tu ser. 

Aqui te dejo unos videos de Osho, que lo quiero compartir con tigo espero que te gusten! Namaste!








Fuente: Osho/Bhagwan Shri Rajnísh/es.wikipedia.org/
Fuente: www.oshogulaab.com
Fuente: Video www.youtube.com 
Fuente: Video www.youtube.com