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La meditación es un Don - Osho

No puedes percibir tu propia naturaleza.


 Estar en silencio es el arte más simple del mundo. No es una acción, sino una no acción. ¿Cómo puede re­sultar dificultoso?

 ¡Te estoy mostrando el camino de la iluminación a través de la pereza! No hay que hacer nada para alcanzar la, pues está en tu naturaleza. Ya la tienes; sólo que estás tan ocupado con otras actividades que no puedes perci­bir tu propia naturaleza.
En las profundidades de tu interior es como afuera: la belleza, el silencio, el éxtasis, la dicha. Pero, por favor, a veces ten clemencia contigo: siéntate y no emprendas actividad alguna, ni física ni mental. Relájate, mas no al modo norteamericano... Puesto que he visto tantos libros norteamericanos titulados Cómo relajarse, en los que el título mismo indica que el autor no sabe nada acerca de la relajación: no hay "cómo".

 Sí, está bien: Cómo reparar un au­tomóvil: tienes que hacer algo. Pero no hay acciones como tales en lo con­cerniente a la relajación. Simplemen­te, no hagas nada. Sé que te resultará algo difícil al comienzo. No se debe a que sea dificultoso relajarse, sino a que te has vuelto adicto a la necesidad de hacer algo. Llevará un tiempo su­perar esa adicción.

 Sólo sé y contempla. Ser es no ha­cer y contemplar es también no hacer. Te sientas en silencio sin realizar acti­vidad alguna, siendo testigo de todo lo que suceda. Las ideas darán vueltas en tu mente. Puedes sentir cierta ten­sión en algunas partes del cuerpo; te puede doler la cabeza. Sólo sé testigo de lo que pase, no te identifiques con eso. Observa, sé como un observador que desde la montaña contempla lo que sucede en el valle. Es un don, no un arte.


Osho Meditación
Osho Meditación 


 La meditación no es una ciencia, no es un arte. Es un don; no más que eso. Todo lo que necesitas es un poco de paciencia.

 Los viejos hábitos habrán de per­durar; las ideas seguirán precipitándo­se. Y tu mente siempre está como si fuera la hora pico, con el tránsito apretado. Tu cuerpo no está acostum­brado a sentarse en silencio: te move­rás y te darás vuelta. No hay de qué preocuparse. Simplemente, observa que el cuerpo se está moviendo y se está dando vuelta, que la mente está convulsionada, llena de ideas (consis­tentes, inconsistentes, fútiles), fanta­sías, sueños. Quédate en el centro, ob­servando.

Todas las religiones del mundo le han enseñado a la gente a hacer algo: detener el proceso de pensamiento, forzar el cuerpo a asumir una postura inmóvil. En esto consiste el yoga: en una larga práctica para forzar al cuer­po a una postura inmóvil. Pero un cuerpo forzado no está inmóvil. Y las oraciones, las concentraciones, las contemplaciones de todas las religio­nes hacen lo mismo con la mente: la fuerzan, no permiten que los pensa­mientos fluyan. Sí, tienes la capaci­dad de hacerlo. Y, si insistes, puedes detener el proceso de pensamiento. Pero esto no es lo real, es absoluta­mente fingido.

 Cuando la inmovilidad viene por sí misma, cuando el silencio se instala sin que hagas esfuerzo alguno, cuan­do contemplas los pensamientos y lle­ga un momento en que empiezan a desaparecer las ideas y comienzan a producirse silencios, es hermoso. Los pensamientos se detienen por sí solos si no te identificas, si continúas en la posición del testigo y no dices: "Éste es mi pensamiento."

No dices: "Esto está bien; esto está mal", "Esto debería estar allí' y "Es­to no tendría que estar ahí". Si lo hi­cieras, ya no serías un observador: tendrías prejuicios, ciertas actitudes. Un observador no tiene prejuicios, no emite juicios de valor; sólo refleja lo que ve, como un espejo.

 Cuando pones algo frente a un es­pejo, éste simplemente refleja lo que está delante. No juzga que el hombre es feo, o que es hermoso, ni dice:
"¡Ay! ¡Qué bonita nariz tienes!" El espejo no tiene nada que decir. Su na­turaleza es reflejar, y refleja. Ésta es la razón por la cual hablo de medita­ción: tú sólo reflejas todo lo que suce­de por dentro o por fuera.


Osho Meditación
Osho Meditación 

 Yo te lo garantizo... Puedo garanti­zarlo porque me ha pasado a mí y le ha pasado a mucha de mi gente. Sólo mira con paciencia; tal vez pasen unos pocos días, quizás hasta unos pocos meses, o tal vez unos pocos años. No hay forma de anticiparlo, puesto que cada individuo tiene un ritmo diferente.

Debes haber visto a la gente que junta antiguas estampillas de correo. Cada uno tiene una colección diferen­te; la cantidad puede ser diversa, por lo tanto el tiempo que le lleve a cada uno será diferente; pero trata de seguir como testigo hasta tanto puedas ha­cerlo. Y esta meditación no necesita un tiempo especial. Puedes limpiar el piso y permanecer en silencio obser­vándote a ti mismo limpiando el piso.

 Puedo mover la mano sin concien­cia de ello, sin observarla, o bien pue­do moverla con plena conciencia. Y hay una diferencia cualitativa. Cuan­do la mueves en forma inconsciente, es mecánico. Cuando la mueves en forma consciente, hay gracia. Incluso en la mano, que forma parte de tu cuerpo, sentirás silencio, indiferencia.

 ¿Y qué decir de la mente? Con tu permanente observación, lentamente comienza a reducirse más y más la precipitación de ideas. Comienzan a aparecer momentos de silencio; apa­rece un pensamiento y después hay si­lencio antes de que aparezca otro pen­samiento.

 Estas lagunas te brindarán la pri­mera vislumbre de meditación y el primer placer de estar llegando a puerto. 

Aqui unos videos de Osho, que lo quiero compartir con tigo espero que te gusten! Namaste!














Fuente: Osho/Bhagwan Shri Rajnísh/es.wikipedia.org/
Fuente: www.oshogulaab.com
Fuente: Video www.youtube.com 
Fuente: Video www.youtube.com