Medita también sobre el conocimiento que te llega durante el sueño.
Tercera Parte:
Si quieres ser realmente feliz, satisface tus necesidades y no te preocupes por los deseos. Si quieres ser desgraciado, reprime tu necesidades y persigue los deseos.
Así es como te has convertido en un desgraciado. La cosa es muy simple;
tanto si eres feliz como desgraciado, la cosas son muy simples. Un hombre que
atiende a sus necesidades y las sigue, es igual que un río fluyendo hasta el
océano... el río no pregunta si ha de fluir hacia el este o hacia el oeste;
simplemente busca el camino. Este u oeste son indistintos. El río que fluye
hacia el océano no sabe de deseos; solamente conoce sus necesidades. Por eso
los animales parecen ser tan felices. ¿No tienen nada y son tan felices? ¿Y tú
tienes tantas cosas y eres tan desgraciado? Incluso los animales te sobrepasan
en su belleza, en su felicidad. ¿Qué es lo que ocurre? Los animales no poseen
una mente consciente para controlar y manipular el inconsciente; no está
dividido.
Yoga Meditación |
La segunda clase de sueños contiene muchas cosas que revelarte. Con los
de la segunda clase empiezas a cambiar tu consciencia, empiezas a cambiar tu
comportamiento, empiezas a cambiar tu modelo de vida. Atiende a tus necesidades;
atiende siempre a lo que tu inconsciente diga. Y recuerda siempre: el
inconsciente está en lo cierto porque posee la sabiduría intemporal. Tú has
existido durante millones de vidas. El consciente pertenece a esta vida; ha
sido educado en las escuelas y en las universidades y por la familia y por la
sociedad en la que has nacido por coincidencia. Pero el inconsciente contiene
todas las experiencias de todas tus vidas. Contiene la experiencia de cuando
fuiste una roca, contiene la experiencia de cuando fuiste un árbol, contiene la
experiencia de cuando fuiste un animal; lo contiene todo, todo el pasado. El
inconsciente es tremendamente sabio y el consciente es tremendamente estúpido.
Ha de ser así porque el consciente sólo pertenece a esta vida, es muy pequeño,
sin experiencia; es muy infantil. El inconsciente es la sabiduría eterna.
Escúchalo.
En la actualidad el psicoanálisis en Occidente solamente hace esto y
nada más: escucha esa clase de sueños y cambia tu pauta de vida de acuerdo a
ellos. Y el psicoanálisis ha ayudado a mucha gente. Tiene sus propias
limitaciones, pero ha sido de ayuda porque, al menos, esta parte—el prestar
atención a los sueños de la segunda clase—hace que tu vida sea más relajada,
menos tensa.
Luego existe una tercera clase de sueños. Esta tercera clase de sueños
es una comunicación desde el superconsciente. La segunda clase de sueños es una
comunicación desde el inconsciente. La tercera clase de sueños no abunda,
porque hemos perdido todo contacto con el superconsciente. Pero aún así surge,
porque el superconsciente es tuyo. Puede que se haya convertido en una nube y
haya desaparecido del cielo, puede que se haya evaporado, puede que esté muy
lejos, pero todavía está anclado en ti.
La comunicación desde el superconsciente es muy escasa. Cuándo estás
muy, muy alerta, solamente entonces puedes empezar a percibirla. Si no, se
pierde entre el polvo que la mente arroja en los sueños y en la satisfacción de
los deseos en los que la mente va soñando; cosas incompletas, reprimidas. Desaparecerá.
Pero cuando te vuelves consciente es como un diamante brillando, absolutamente
distinto de todas las piedras que le rodean.
Cuando puedas sentir y descubrir un sueño que procede del
superconsciente, obsérvalo, medita sobre él, porque se convertirá en tu guía,
te conducirá a tu Maestro, te llevará al modo de vida que encaja contigo, te
conducirá a la verdadera disciplina. Ese sueño se convertirá en una profunda
guía interior. Con el consciente puedes encontrar a un maestro, pero el maestro
no será más que un profesor. Con el inconsciente puedes encontrar un maestro,
pero el maestro no será más que un amante; te enamorarás de una determinada
personalidad, de un cierto tipo. Pero sólo el superconsciente puede conducirte
al verdadero Maestro. Entonces él no es un profesor; tú no te encuentras
extasiado con lo que él dice, no te quedas deslumbrado; más bien, al contrario,
tu superconsciente te indica que ese hombre encajará contigo, que ese hombre
será la auténtica posibilidad de que tú crezcas, que ese hombre podrá
convertirse en tus cimientos.
Hay luego una cuarta clase de sueño: el que surge de las vidas pasadas.
No es escaso; aparece en numerosas ocasiones. Pero en tu interior todo está
confuso; no puedes distinguir nada. No estás ahí para poder distinguir.
En Oriente hemos trabajado mucho esta cuarta clase de sueños. Debido a
estos sueños nos dimos de bruces con el fenómeno de la reencarnación. Con estos
sueños, te vas, poco a poco, volviendo consciente de tus vidas pasadas. Vas
yendo hacia atrás, retrocedes en el tiempo. Entonces muchas cosas empiezan a
cambiar en ti, porque si incluso en un sueño eres capaz de recordar quién eras
en tu vida pasada, muchas cosas dejarán de ser importantes y muchas otras
nuevas cosas adquirirán importancia. El conjunto cambia, tu gestalt cambia.
Patanjali |
Debido a que acumulaste demasiada riqueza en una vida pasada, moriste
como el hombre más rico del país... y en tu interior eras un mendigo... y otra
vez estás haciendo lo mismo en esta vida. De repente, la gestalt cambiará. Si
eres capaz de recordar lo que hiciste y cómo todo se convirtió en nada, si eres
capaz de recordar las muchas vidas, las numerosas ocasiones que has estado
haciendo lo mismo una y otra vez... eres como un disco rayado, un círculo
vicioso; empiezas con lo mismo y acabas con lo mismo. Si eres capaz de recordar
algo de tus vidas, te sorprenderá de repente el ver que nunca has hecho nada
nuevo. Una y otra vez acumulaste riqueza; una y otra vez trataste de ser
políticamente poderoso; una y otra vez te convertiste en excesivamente erudito;
una y otra vez te enamoraste, y una y otra vez te alcanzó el sufrimiento que
conlleva el amor. Cuando ves esta repetición, ¿cómo puedes seguir siendo el
mismo? De repente, esta vida es transfigurada. No puedes seguir en la misma
rutina por más tiempo.
Por esto en Oriente la gente ha estado preguntando y preguntando durante
milenios, «¿Cómo puedo salir de esta rueda de vidas y muertes?» Parece ser la
misma rueda, parece ser la misma historia una y otra vez; una repetición. Si lo
desconoces, entonces piensas que haces cosas novedosas y te excitas
sobremanera. Y yo puedo ver que has estado haciendo esas mismas cosas una y
otra vez.
En la vida no hay nada nuevo; es una rueda, surca el mismo camino.
Debido a que te vas olvidando del pasado, sientes tanta excitación. Una vez
recuerdas, toda excitación desaparece. En ese recordar, surge el sanyas.
El sanyas es un esfuerzo para salirse de la rutina del samsar. Es un
esfuerzo para saltar fuera de la rueda, es decirse a uno mismo, «¡Ya basta! Voy
a dejar de participar en esta misma vieja estupidez. Voy a salir de ella». El
sanyas es salirse por completo de la rueda; no de la sociedad, sino de tu
propia rueda interior de vidas y muertes. Ésta es la cuarta clase de sueños.
Entonces existe una quinta clase de sueños; la última clase. La cuarta
clase es retroceder hacia tu pasado; la quinta clase es avanzar hacia el
futuro. Es muy, muy escasa. Sucede sólo a veces; cuando te encuentras muy, muy
vulnerable, abierto, flexible. El pasado alarga su sombra y el futuro alarga su
sombra y se refleja en ti. Si puedes llegar a ser consciente de tus sueños,
algún día también serás consciente de esta posibilidad: el futuro mira hacia
ti. De repente, simplemente se abre una puerta y el futuro entra en comunicación
contigo.
Esos son los cinco tipos de sueños. La psicología moderna comprende
solamente los de la segunda clase. La psicología rusa comprende solamente los
de la primera clase. Los otros tres tipos, las otras tres clases, son casi
desconocidos, pero el Yoga los comprende todos.
Si meditas y en sueños te vuelves consciente de tu ser interior,
sucederán muchas más cosas. Lo primero: poco a poco, cuanto más consciente
vayas siendo de tus sueños, menos y menos te convencerá la realidad de tus
horas de vigilia. De ahí que los hindúes digan que el mundo es como un sueño.
Ahora mismo, justo lo contrario es lo que ocurre: debido a que la realidad del
mundo de tus horas de vigilia te convence tanto, piensas mientras sueñas que
esos sueños son también reales. Nadie siente—mientras está soñando—que el sueño
es irreal.
Mientras sueñas parece perfecto, parece absolutamente real. Por la mañana podrás darte cuenta de que fue un sueño, pero eso carece de importancia porque entonces otra mente es la que estará funcionando. Esta mente no fue en absoluto testigo de ello; esta mente sólo ha oído el rumor. Esta mente consciente que se despierta por la mañana y dice que todo fue un sueño, esta mente no fue testigo de ello. ¿Cómo va a decir pues algo? Simplemente ha oído algún rumor. Es como si estuvieras dormido y dos personas estuvieran hablando, y tú—mientras duermes y debido a que hablan en voz alta—oyes unas palabras de aquí y allí y te quedas con un revoltijo de impresiones.
Mientras sueñas parece perfecto, parece absolutamente real. Por la mañana podrás darte cuenta de que fue un sueño, pero eso carece de importancia porque entonces otra mente es la que estará funcionando. Esta mente no fue en absoluto testigo de ello; esta mente sólo ha oído el rumor. Esta mente consciente que se despierta por la mañana y dice que todo fue un sueño, esta mente no fue testigo de ello. ¿Cómo va a decir pues algo? Simplemente ha oído algún rumor. Es como si estuvieras dormido y dos personas estuvieran hablando, y tú—mientras duermes y debido a que hablan en voz alta—oyes unas palabras de aquí y allí y te quedas con un revoltijo de impresiones.
Esto es lo que sucede: mientras el inconsciente crea los sueños hay una tremenda actividad. El consciente se
encuentra dormido y tan sólo oye murmullos, y por la mañana dice, «Todo es
falso. Sólo fue un sueño». En este mismo momento, si estás soñando sentirás que
es absolutamente real. Incluso las cosas absurdas parecen ser reales, lo
ilógico parece real, porque el inconsciente no conoce la lógica. En sueños
caminas por una carretera y ves venir un caballo; de repente el caballo deja de
ser un caballo, el caballo se ha convertido en tu esposa. Y a tu mente no se le
ocurre pensar «¿Cómo puede
ser posible? ¿Cómo puede haberse transformado tan de repente el caballo en mi mujer?» No surge ninguna duda, no hay problema. El inconsciente desconoce la duda. Incluso crees en un fenómeno tan absurdo; estás convencido de su realidad.
Justo lo contrario sucede cuando te vuelves consciente de los sueños y sientes que eran realmente sueños, que nada es real; sólo un psico-drama, un drama mental. Tú eres el escenario y tú eres los actores y tú eres el que escribe la historia y tú eres el director y tú eres el productor y tú eres el espectador; no existe nadie más; es una simple creación de la mente. Cuando te vuelves consciente de esto, entonces el mundo de tus horas de vigilia cambia. Descubrirás entonces que sucede lo mismo; en un escenario mayor, pero el sueño es el mismo.
ser posible? ¿Cómo puede haberse transformado tan de repente el caballo en mi mujer?» No surge ninguna duda, no hay problema. El inconsciente desconoce la duda. Incluso crees en un fenómeno tan absurdo; estás convencido de su realidad.
Justo lo contrario sucede cuando te vuelves consciente de los sueños y sientes que eran realmente sueños, que nada es real; sólo un psico-drama, un drama mental. Tú eres el escenario y tú eres los actores y tú eres el que escribe la historia y tú eres el director y tú eres el productor y tú eres el espectador; no existe nadie más; es una simple creación de la mente. Cuando te vuelves consciente de esto, entonces el mundo de tus horas de vigilia cambia. Descubrirás entonces que sucede lo mismo; en un escenario mayor, pero el sueño es el mismo.
Fuente: Yoga La ciencia del Alma/ Editorial Gulaab/Osho